jueves, 15 de enero de 2015

Presupuesto: “Como cuando vinimos de España”

EL PRESUPUESTO COMO MERA CORRECCIÓN INFLACIONARIA Y NO COMO HERRAMIENTA DE GESTIÓN 

Mientras Sebastián Otegui continúa con sus declaraciones en la que lo ubican a él y Carlos Mansilla en los libertadores de la inseguridad y los elegidos para salvar a Pinamar; los concejales le piden al intendente Elizalde por la inadecuada recaudación y el posible veto de la ordenanza que modifica el Código Tributario (CT) con la salida del sistema CAPBA como base imponible.

Con certeza aún no se sabe, pero el intendente habría vetado parcialmente la ordenanza que establece como base imponible la cantidad exacta de 700 módulos, saliendo de la tasación que fija el Colegio de Arquitecto de la Prov. De Buenos Aires; lo cual presupone, según esta ecuación y un módulo a $ 5,80, una recaudación de 415 millones de pesos.

El presupuesto manifiesta las políticas municipales de desarrollo en lo social y económico, así como las acciones y actividades que realiza el municipio para el logro de los objetivos.  Pero esta discusión nunca se realiza en el seno del Concejo, como tampoco se hace un análisis de la  planificación de acuerdo al origen de los recursos y el destino que se les debería dar para concretar las actividades. Porque las propuestas del Departamento Ejecutivo se circunscriben a la inflación y los sueldos de los trabajadores. De allí que hoy no hay medicamentos en el Hospital, mientras se autoriza a Carlos Mansilla y Otegui a realizar una compra directa de 2 millones de pesos en camionetas. Cuando al mismo tiempo el personal de Fiscalización no tiene ni vehículos, ni el suficiente personal capacitado para controlar y hacer cumplir las normas que optimizarían la recaudación. Y permitirían desahogar la presión tributaria que recae sobre el contribuyente común en la tasa de ABL.



Otro ejemplo de corrupción es la venta de jugo en la playa a  la vista de todo el mundo sin la debida habilitación. A los paladines de la seguridad y fiscalización se les pasó el rubro. ¿Por qué será?
Entre tanto esta mañana los concejales se reunieron con el Intendente durante poco más de dos horas.
Los distintos bloques manejan información extraoficial que evidencian nuevamente una recaudación exigua en  rubros como: publicidad, tasa de variable de seguridad e higiene y las antenas; todo estos  rubros forman parte del CT como índices. Y estos fueron expuestos en la reunión.
Los números hablan por sí solo, el concejal Edgardo Paso hizo hincapié en el rubro de antenas distribuidas en el Partido de la cual no se recauda mientras que las cifras arrojarían entre $ 4.300.000 y $ 4.900.000. En publicidad los distintos  relevamiento de los concejales Maximiliano Santini y Lucas Ventoso muestran que la recaudación de acuerdo a la cartelería no está reflejada en los números, en el último trimestre 2014 la cifra es de 4.700.000 mientras  que los cálculos alcanzan de 13 a 15 millones de pesos.

En cuanto a la tasa variable de seguridad e higiene, es un ítem en el que el concejal Juan Ocampo ha insistido en su correcta liquidación, sobre todo por ser una tasa justa determinada por la facturación de los comercios. La expresión numérica del Municipio refleja en el último trimestre de  2014 en 7.549.030,  mientras que la proyección del edil del FpV facilitaría un monto de alrededor de 15 millones de pesos.

A estas diferencias se suma la publicidad comercializada por los balnearios que hasta ahora los únicos que han tributado son Cosumel, Salvador Gaviota y Bacota. Esta es una caja importante para el Municipio ya que respectivamente las UTF mencionadas tributaron $ 65.500, $ 72.000 y 117.819.
En la reunión Elizalde expuso la utilización de los fondos afectados para cubrir el 7% que resta para satisfacer la demanda salarial del STMP y así alcanzar el 30%. Los ediles en su mayoría expresaron su negativa.

Si la proyección presupuestaria se realiza solo como una mera corrección inflacionaria, el  presupuesto se concebiría  como un objetivo aislado más que como una herramienta de gestión. Es por ello que esta inercia en las prácticas presupuestarias de Pinamar ha hecho ineficiente el manejo de los recursos a nivel local. Y ello está íntimamente relacionado a los cotos o nichos que con complicidad o sin ella se quedan con el dinero que debería ingresar a las arcas del Estado de manera eficiente y transparente.   

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