LA INTERNA ESTÁ ENCARNADA POR LAS TRES LISTAS DEL FRENTE DE TODOS, EL ROMANTICISMO DE LA MILITANCIA SE ENTRUCRUZA CON LAS CONVENIENCIAS PERSONALES Y LA DUDA ES SI ESTANGA Y ERRASQUIN SON CANDIDTOS TESTIMONIALES.
Aún en pandemia, el escenario electoral se impone con tibieza en Pinamar, encarnada en una cartelería que personifica la única interna de las PASO local, la Alianza Frente de Todos, con la Lista 2 del dirigente de La Campora y gerenciador de ANSES, Gregorio Estanga; la Lista 4 conducida por Sol Besteiro y el vecinalista Marcos Guerreros; y la Lista 6 encabezada por Martin Porretti y la concejala Marcela Uhrig.
Por otro lado la Alianza Juntos con su líder máximo,
Martín Yeza, evitó la interna que desgarra a Cambiemos en la Provincia y en
CABA. El intendente apostó a una formula repetida que dio buenos resultados, Javier
Pizzolito y Camila Merlo.
En la junta electoral se encuentran inscriptas otras dos alianzas y tres partidos de los cuales dos son vecinalistas: la Alianza Frente Vamos con Vos (hay otro camino), Alianza Avanza Libertad (Libertad), Partido Vecinos en Acción Pinamar, Partido Republicano Federal (principios y valores) y Partido Unidos Pinamar. La suma nos lleva a nueve listas.
Pero lo cierto es, que mas allá de que los y las contendientes
deberán obtener una cantidad de votos necesarios para acceder a las elecciones generales
de noviembre, la tención de la interna se concentra en el Frente de Todos, cuya
disputa se encamina hacia la intendencia
de la ciudad 2023.
En toda la Provincia se ponen en juego 23 senadores y 46 diputados titulares y 1.097 concejales. En la Quinta Sección Electoral, compuesta por 27 distrito y de los cuales uno es el Partid de Pinamar, le corresponde la elección de 5 senadores provinciales. En el escenario local la renovación es de 7 concejales, la mitad de los integrantes del cuerpo.
La Celeste y Blanca
La lista 2 Celeste y Blanca ya no recuerda los tiempos
de la unidad que la convertían en única. Quien ostenta el título es Gregorio Estanga,
cuyas habilidades para la unidad son nulas. Desde las entrañas mismas de su organización
se habla de una postulación testimonial, Estanga se debate entre su posible
escaño en el Concejo Deliberante y su puesto al frente de La Administración Nacional
de Seguridad Social (ANSES). El mismo caso se reproduce con el tercer candidato
la lista, Dr. Horacio Errasquin, actual jefe del Programa de Atención Medica
Integral (PAMI).
¿Para qué presentarse sin no asumirán? La vigencia puede llegar a ser una razón, validar el liderazgo antes que se hunda en la burocracia de oficinas nacionales. Aunque los dos bastiones permitan un desarrollo de la militancia partidaria nada despreciable, en el que muchos ciudadanos obtienen los beneficios ganados por su esfuerzo, pero a través de la cara Estanga. A esto se suma el programa “Vacunate” que la segunda candidata de la lista, Ana Mendez Pinela, uso para mostrarse en sociedad.
Lo interesante se da en el quinto lugar, ocupado por el docente y vicepresidente del Partido Justicialista local, Luis Velásquez, conocido por su exacerbación. Los archivos no perdonan. Hace un año atrás, el docente brindaba declaraciones radiales en Pinamar Diario que apuntaban contra el líder de La Cámpora: “Ojalá que Estanga no sea candidato, no lo voy apoyar”. En ese momento Velásquez advertía que “no había que menospreciar a la militancia con las posibles candidaturas testimoniales” y señalaba que “Pinamar no era el conurbano”. Desde su óptica, tanto Errasquin como Estanga debían abstenerse de participar en estas elecciones si querían ser las opciones para el 2023.
La alianza entre Estanga y Errasquin, “Chapita” (para
amigos y enemigos), es por conveniencia personal, expresada en las relaciones políticas
que proyectan hacia Casa Rosada. Aunque las personalidades mezquinas de ambos
se reproduce en una desconfianza tan grande como los 22 km de playa que posee
Pinamar.
Con Erraquin no hay agrupación política de respaldo, por lo que en ese sentido se ha movido muy bien bajo el ala de dirigentes relevantes. En cuanto Estanga lo banca viene por el diputado Cote Rossi de La Campora, una apoyatura importante teniendo en cuenta como dilapidó el caudal político militante, sin poder conservar un equipo viable en que “el candidato sea el proyecto” y no las apetencias personales.
La
Cámpora es una agrupación edificada sobre diseños clásicos: estructura
verticalista, organicidad soviética para el control de la comunicación y
construcción de relaciones y captación de militancia de base con formación en
lo que llaman “encuadramiento”, (Nota de Revista
Anfibia- Nicolás Fiorentino). La definición
es acertada y Estanga es su mejor soldado y a la vez el peor. La dualidad se da
en cómo construyó la base camporista pinamarense, sin reconocer la importancia
de cada uno de los militantes. Para ser líder se requieres de ese reconocimiento
porque todo debe tener una razón, una función, para alcanzar el objetivo que no
se trata del poder por el poder mismo. Lejos de Máximo, la construcción de Estanga
se basa en sí mismo, todo empieza y termina en él. Usar y descarta. En este
aspecto la práctica política desde su surgimiento en 2011 se transformó en método
y la posible candidatura testimonial quizás sea parte de ese método.
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