miércoles, 14 de enero de 2015

Los hechos políticos producen consecuencias y de ellas hay que hacerse cargo

EL MINISTERIO DE TRABAJO  DICTÓ LA CONCILIACIÓN OBLIGATORIA HASTA EL 14 DE FEBRERO Y EL DEPARTAMENTO EJECUTIVO SE COMPROMETIÓ MEDIANTE UN ACTA ACUERDO A DAR EL 23 %  DE AUMENTO

En este Pinamar de candidatos empresariales, en el que han prevalecidos los negocios y las individualidades por sobre el bien común, se ha bastardeado a la política de tal manera que terminaron por transformarla en mala palabra (y no es casual). Basta recordar al ex intendente Altieri cuando pedía que dejemos la política y las ideologías  de lado para dar paso a la familia pinamarense que él supo exprimir hasta la última gota. Este discurso (muy vecinalista) vacío de contenido aún hoy sigue vigente.

En la mañana de hoy el intendente, Pedro Elizalde, debió enfrentar el segundo día de paro de los trabajadores municipales en plena temporada.

Con la salida de Sebastián Otegui y Carlos Mansilla del Gobierno, solo le resta disponer la pauta  salarial que demanda el Sindicato de Trabajadores Municipales y que ronda el 30 % para retomar la “paz social”.

Paro total de actividades, bombos, petardos y concentración en la puerta del Palacio municipal era el escenario; mientras, en el Salón Bonilla los dirigentes sindicales discutían con el Intendente y funcionarios el porcentaje. Un acta acuerdo entre el STMP y el Gobierno garantiza  el 23 %. El segundo punto determina la apertura de paritarias después de los 15 días de comenzados las sesiones ordinarias.

Luego el Ministerio de Trabajo tras  convocar a los representantes del Poder Ejecutivo y de la comisión del Sindicato de Trabajadores Municipales de Pinamar, dictaminó la conciliación obligatoria entre las partes a partir de hoy hasta el 14 de febrero.

El concejal  Juan Ocampo ha manifestado en los distintos medios de comunicación que el Intendente tiene los medios para alcanzar el famoso 30%, ya que a través de las últimas modificaciones del Código Tributario, el Concejo en asamblea le proporcionó la herramienta adecuada con una previsión recaudatoria de 415 millones  de pesos. El secreto estaría en la recaudación y la facturación de las Tasas de Seguridad e Higiene Variable  que el Municipio no emite, ni cobra correctamente. A ellos se suma la recaudación del verano y la publicidad.


Los hechos políticos producen consecuencias siempre, y un hecho político del Elizalde concejal, durante la administración  de Hernán Muriale,  fue la puja por  la creación de la Guardia Urbana, que le representa al Municipio un costo de más de 30 millones de pesos y los resultados desde su creación a la fecha han sido improductivos y costosos. Sobre todo cuando se necesita el personal capacitado y en otras áreas. En esa oportunidad se nombró a Oscar Ibañez, otro personaje que hoy se mantiene en las sombras contar de conservar el puesto municipal.

Otros hechos políticos del Intendente, fue haber participado de un espacio político que no se reconoce, ni lo reconoce;  haberse rodeado de personajes como Otegui y Mansilla que exasperaron los ánimos de los empleados; o no haber recibido a los trabajadores en tiempo y forma por la pauta salarial. Estos hechos obtuvieron  como consecuencia la situación actual que exhibe un Gobierno débil a merced de cualquier ave de rapiña que venda espejitos de colores.

Los funcionarios, los concejales o los sindicalistas son actores políticos que accionan producen hechos y como resultado obtienen una consecuencia que no siempre son las deseadas. Pero hay que hacerse cargo de ellas.



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