EL
MINISTERIO DE TRABAJO DICTÓ LA
CONCILIACIÓN OBLIGATORIA HASTA EL 14 DE FEBRERO Y EL DEPARTAMENTO EJECUTIVO SE
COMPROMETIÓ MEDIANTE UN ACTA ACUERDO A DAR EL 23 % DE AUMENTO
En
este Pinamar de candidatos empresariales, en el que han prevalecidos los
negocios y las individualidades por sobre el bien común, se ha bastardeado a la
política de tal manera que terminaron por transformarla en mala palabra (y no
es casual). Basta recordar al ex intendente Altieri cuando pedía que dejemos la
política y las ideologías de lado para dar paso a la familia pinamarense
que él supo exprimir hasta la última gota. Este discurso (muy vecinalista)
vacío de contenido aún hoy sigue
vigente.
En
la mañana de hoy el intendente, Pedro Elizalde, debió enfrentar el segundo día
de paro de los trabajadores municipales en plena temporada.
Con
la salida de Sebastián Otegui y Carlos Mansilla del Gobierno, solo le resta
disponer la pauta salarial que demanda el Sindicato de Trabajadores
Municipales y que ronda el 30 % para retomar la “paz social”.
Paro
total de actividades, bombos, petardos y concentración en la puerta del Palacio
municipal era el escenario; mientras, en el Salón Bonilla los dirigentes
sindicales discutían con el Intendente y funcionarios el porcentaje. Un acta
acuerdo entre el STMP y el Gobierno garantiza el 23 %. El segundo punto
determina la apertura de paritarias después de los 15 días de comenzados las
sesiones ordinarias.
Luego
el Ministerio de Trabajo tras convocar a
los representantes del Poder Ejecutivo y de la comisión del Sindicato de
Trabajadores Municipales de Pinamar, dictaminó la conciliación obligatoria
entre las partes a partir de hoy hasta el 14 de febrero.
El
concejal Juan Ocampo ha manifestado en los distintos medios de
comunicación que el Intendente tiene los medios para alcanzar el famoso 30%, ya
que a través de las últimas modificaciones del Código Tributario, el Concejo en
asamblea le proporcionó la herramienta adecuada con una previsión recaudatoria
de 415 millones de pesos. El secreto estaría en la recaudación y la
facturación de las Tasas de Seguridad e Higiene Variable que el Municipio
no emite, ni cobra correctamente. A ellos se suma la recaudación del verano y
la publicidad.
Los
hechos políticos producen consecuencias siempre, y un hecho político del
Elizalde concejal, durante la administración de Hernán Muriale, fue la puja por la creación de la
Guardia Urbana, que le representa al Municipio un costo de más de 30 millones
de pesos y los resultados desde su creación a la fecha han sido improductivos y
costosos. Sobre todo cuando se necesita el personal capacitado y en otras
áreas. En esa oportunidad se nombró a Oscar Ibañez, otro personaje que hoy se
mantiene en las sombras contar de conservar el puesto municipal.
Otros
hechos políticos del Intendente, fue haber participado de un espacio político
que no se reconoce, ni lo reconoce; haberse rodeado de personajes como
Otegui y Mansilla que exasperaron los ánimos de los empleados; o no haber
recibido a los trabajadores en tiempo y forma por la pauta salarial. Estos
hechos obtuvieron como consecuencia la situación actual que exhibe un
Gobierno débil a merced de cualquier ave de rapiña que venda espejitos de
colores.
Los
funcionarios, los concejales o los sindicalistas son actores políticos que
accionan producen hechos y como resultado obtienen una consecuencia que no
siempre son las deseadas. Pero hay que hacerse cargo de ellas.
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