UNA INTRODUCCIÓN AL SISTEMA DE SALUD DE ESTADOS UNIDOS COMPARATIVO CON LA ARGENTINA
Por Luciano Andrés Valencia
En los últimos años se han propuesto en varios países latinoamericanos reformas regresivas de los sistemas de salud, inspirados en el modelo estadounidense. Esto llevaría a que la salud dejá de ser vista como un derecho humano fundamental para pasar a ser considerada una simple mercancía, que no estaría al alcance de muchos sectores de la población. Por ello es necesario conocer el funcionamiento del sistema de salud de los Estados Unidos y los peligros que traería su implementación en nuestros países.
El sistema de salud estadounidense es uno de los más avanzados del mundo en lo que respecta a dispersión, tecnología y formación profesional. Podemos encontrar clínicas y hospitales en todas partes, incluso en las zonas rurales y áreas más remotas del país. La mayoría de estos hospitales son privados, aunque cuenta con subsidios de los gobiernos locales y estatales. En otros casos figuran como “asociaciones sin fines de lucro”, a pesar de estar afiliadas a grandes corporaciones médicas. Los centros de salud disponen de equipos de alta tecnología, medicamentos y personal profesional con altos niveles de formación. En 2000 la Organización Mundial de la Salud (OMS) colocó al sistema estadounidense como el 1º en capacidad de respuesta, pero 37º en respuesta global. En 2004 se invirtió en investigación biomédica tres veces más dinero que cualquier país de Europa . El Instituto Nacional de Salud (National Health Institute, NHI) también ofrece subsidios para la investigación en el área.
Pero al mismo tiempo es uno de los sistemas más caros del mundo. Se calcula que en el 2013 se gastó un promedio de 8000 dólares anuales por habitante en atención de la salud. Por entonces Luxemburgo gastaba 4000 dólares anuales por habitantes y Gran Bretaña -que la OMS considera el mejor sistema del mundo- solo destinaba 3600 por habitante . Además es casi el doble de lo que se gastaba en 1998, que estaba calculado en 4178 dólares por habitante, cuando el promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) era de 1783 dólares . Es decir que los costos de la salud en los Estados Unidos no solo superan a los de otros países, sino que se van incrementando.
Al igual que la mayoría de los países, el sistema de salud de los Estados Unidos es mixto, existiendo seguros de salud públicos y privados. Lo que lo diferencia es el predominio del sector privado sobre el público y la inexistencia de una cobertura universal de salud. En 2011 el 49% de la población estadounidense recibía un seguro médico privado por medio de su empleador, el 5% tenía un seguro médico contratado de manera independiente, el 13% estaba cubierto bajo el programa Medicare, el 18% bajo Medicaid, y 16% no gozaba de ningún seguro de salud, dejando a 50 millones de personas sin cobertura. Dado los altos costos de la salud en Estados Unidos, la mayoría de las personas sin cobertura no pueden pagar los tratamientos más costosos, por lo que deben prescindir de ellos poniendo en riesgo su vida y su bienestar, o debiendo acceder a otras formas de atención (automedicación, curanderismo, profesionales sin licencia).
En marzo de 2010 se aprobó la Ley de Protección del Paciente y Cuidado Asequible de la Salud, popularmente conocida como Obamacare. Duramente resistida en el Congreso por legisladores del Partido Republicano que la acusaban de ser una “medida socialista”, esta ley no afecta la estructura del sistema de salud estadounidense. La ley obliga a la inmensa mayoría de los ciudadanos estadounidenses a contratar un seguro médico bajo pena de multa fiscal, aporta subsidios a quienes lo necesiten para pagarlo, prohíbe negar la cobertura a personas con una “condición médica preexistente”, amplia los mínimos que debe cubrir el seguro médico ofrecido por las empresas y limita el encarecimiento exigiendo a las aseguradoras que justifiquen públicamente el aumento de precios . En 2012 la Corte Suprema de Justicia ratificó la constitucionalidad de la ley y comenzó a ser aplicada en la mayoría de los Estados. Esto permitió reducir a 27 millones el número de personas sin cobertura, lo que representa un avance pero aún es insuficiente. Actualmente el gobierno de Donald Trump propone una contrarreforma que podría volver a elevar a 50 millones el número de personas sin cobertura para el año 2026 .
Dentro de los seguros públicos tenemos el Medicare, el Medicaid y otros programas patrocinados por el Estado Federal. Estos fueron creados durante la presidencia del demócrata Lyndon Jhonson a partir de la Ley de Seguridad Social de 1965, y se financia mediante impuestos establecidos por la Ley de Contribuciones de Seguro y la Ley de Contribuciones de Empleo por Cuenta Propia de 1954. Los Centros para Servicios de Medicare y Medicaid (Centers for Medicare and Medicaid Services, CMS) dependen del Departamento de Salud y Servicios Humanos (Health and Human Services, HHS), y su función es administrar los programas Medicare, Medicaid, el Programa de Seguro de Salud Estatal para Niños, y los Mandatos para el Mejoramiento de Laboratorios Clínicos. Junto con los Departamentos de Trabajo y Hacienda, el CMS también aplica las disposiciones de la reforma del seguro de acuerdo a la Ley de Portabilidad y Responsabilidad del Seguro de Salud de 1996. La Administración del Seguro Social es responsable de determinar la elegibilidad de Medicare y el procesamiento de pagos de primas para el programa Medicare.
Medicare cubre a personas mayores de 65 años y a personas jóvenes con discapacidades que necesiten tratamiento debido a patologías graves como el cáncer o la insuficiencia renal. La mayoría de la población adulta mayor de los Estados Unidos goza de este servicio. Medicare cuenta con cuatro partes: A) Seguro hospitalario: que cubre la internación por una noche con servicio de habitación semi-privada, comida, pruebas y honorarios médicas, y ocasionalmente puede cubrir estancias breves por convalecencia; B) Seguro Médico: que cubre los servicios ambulatorios no incluidos en la parte A; C) Medicare Advange: que permite recibir los servicios de Medicare mediante aseguradoras privadas; y D) Planes de Medicamentos recetados: incluido en 2006 que permite el acceso de medicamentos a las personas cubiertas por las partes A y B.
Medicaid cubre a las familias de bajos recursos económicos. Están protegidos bajo ley federal las mujeres embarazadas, niños/as, adultos/as mayores, personas con discapacidad y padres/madres de familia que califican bajo los estándares de pobreza del país. Las condiciones impuestas para para poder presentar este “certificado de pobreza” son tales que miles de personas que cuentan con sus necesidades básicas insatisfechas no clasifican para este seguro.
Existe también el programa S-CHIP que ofrece ayuda financiera para aquellas familias que ganan más del límite para calificar a la ayuda de Medicaid pero no lo suficiente para obtener un seguro médico privado. La Veteran´s Administration (VA) también cuenta con un plan de salud para veteranos de guerra .