domingo, 15 de junio de 2014

El libro en la escuela y otra batalla ganada

15 DE JUNIO DÍA DEL LIBRO

Con ingenio y constancia, la Primaria N° 40 de La Plata lleva adelante un proyecto de producción de textos artesanales. La iniciativa vino a resolver el poco contacto de los niños con los libros

Fuente de magia, fantasía, conocimiento. El libro como recurso sigue siendo vertebral en la etapa escolar durante la niñez y la adolescencia. Frente a toda nueva tecnología, conserva intacto el privilegio de transformarse en puente entre el niño y sus sueños.

En el Día del Libro, que se celebra el 15 de junio vale preguntarse ¿Qué significa entonces para un niño una infancia sin libros?


Hace nueve años, la Escuela Primaria 40, del barrio Altos de San Lorenzo, enfrentó justamente este escenario, adverso por donde se lo mire para cualquier institución educativa. Con una matrícula que, por un lado, cuenta con un número importante de niños de familias extranjeras, mayormente provenientes de países limítrofes, pero además con escasos recursos, el acceso a los libros para esos niños era prácticamente nulo.

“Esa era y es la realidad; tienen muy pocos libros en sus casas”, relata María Laura Chávez, directora de la institución. Según la docente, fue clave para la institución poder reconocer sin vueltas que “el punto débil de la escuela en cuanto al aprendizaje, era el área de Prácticas del Lenguaje”.

La falta de libros y en consecuencia el escaso estímulo hacia la lectura, venían a complicar la situación. Además la diversidad de orígenes de los niños no era un factor menor: “Nosotros tenemos muchos nenes que tienen como lengua de origen el guaraní; es el idioma que se habla es sus casas. Además hay chiquitos peruanos, bolivianos y en los últimos años se incorporaron colombianos y hasta venezolanos”, dice Chávez.

“La propuesta de armar libros artesanales surgió para que el cada chico valorara su propia producción y para que creara un libro de acuerdo a sus intereses”, dice la directora y agrega “cada curso elige un tema y cada chico decide cómo hacer el libro, desde los textos, las imágenes, el índice,  hasta incluso las tapas”.

La producción obliga a consultas permanentes con la biblioteca de la escuela y el contacto permanente con la maestra bibliotecaria, Silvia Pellegrini, quien va guiando las búsquedas de los chicos. “En esta escuela el libro circula -dice Silvia-; son constantes los préstamos de libros, les gusta mucho verlos, leerlos y se aconsejan entre ellos qué libros leer”.

“Perdimos mucho, pero recibimos mucho”, acota la directora al recordar la devastadora inundación del 2 de abril del 2013, que castigó duramente el material de la biblioteca. Con envíos de libros por parte de las autoridades educativas, y de toda la comunidad fue posible su reconstrucción.


Por su parte, Eliana Laiño, maestra de sexto grado agrega que “una infancia sin libros es una infancia acotada. Es limitar el mundo del pensamiento y de la imaginación. Nosotros notamos el efecto que produce en los niños el mundo de las hadas, de los duendes, de los dinosaurios”.

Este año, alumnos del último año decidieron que sus libros artesanales sean autobiográficos, una manera de plasmar la experiencia de su paso por la escuela. Esta producción y la de todos los cursos se presentarán en la Feria del Libro que alrededor de octubre organizará la escuela, una ocasión que se comparte con las familias y en donde se hace entrega del libro para llevarse a sus casas.

Para la directora “los papás y los chicos tienen que sentir que la escuela es su lugar y que éste trabajo de los libros artesanales les pertenece”.

Cabe recordar que la celebración del Día del Libro comenzó el 15 de junio de 1908. Se recuerda la primera entrega de premios del concurso literario del Consejo Nacional de Mujeres. En 1924, el Gobierno Nacional declaró como oficial la "Fiesta del Libro" y en 1941, una resolución Ministerial propuso llamar a la conmemoración "Día del Libro".

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