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ESTA MAÑANA LOS SECRETARIOS CARLOS MANSILLA Y SEBASTIÁN OTEGUI FUERON CORRIDOS DE SUS FUNCIONES POR EXIGENCIA DE LOS TRABAJADORES MUNICIPALES

Otegui,Mansilla, Lucero, Norambuena

Sin duda la gestión de Pedro Eizalde, en la continuidad del Gobierno del MUPP por mandato popular en  las elecciones de 2011, atraviesa su momento más difícil al enfrentar al Sindicato de Trabajadores Municipales de Pinamar que le pidió de manera categórica la renuncia de los secretarios Carlos Mansillas y Sebastián Otegui, tras las amenazas de represión con bala de goma a los sindicalistas que programaban una huelga por reclamo salarial. Marta Lucero se salvó raspando.

Antes era "Granados Conducción"

Los funcionarios que llegaron de la mano del concejal Juan José Dos Santos se afianzaron rápidamente en el gobierno, mientras el ministro de Seguridad de la Provincia, Alejandro  Granados se desentendía de la vinculación de ellos con el gobierno bonaerense. No obstante,  Carlos Mansilla se presentaba como asesor de la Intendencia de Ezeiza. En cambio, Otegui, cuya procedencia es de Loma de Zamora, ostentaba la chapa del Ministerio de Transporte de Florencio Randazzo. Pero ambos se encolumnan en las filas del Mogebo  -Movimiento Generacional Bonaerense-.

Según declaraciones a la revista La Tecla, que no molesto en editar ni una coma del primitivo lenguaje, Mansilla dijo: “Quieren sacar a Elizalde porque quieren la corrupción de Pinamar, es un nido de delincuentes Pinamar, quieren sacar al intendente y por eso quieren sacar a la función de seguridad”.

Los vecinalistas  que mueren por el amor de Scioli

Lo cierto que es lo ciudadanos de Pinamar están ante una pelea vecinalista que lo devora todo y Altieri sueña con volver cueste lo cueste. Pero también es cierto que la descendencia del  mando mupepero se la hace muy fácil y la soledad política de Elizalde lo orilló hacia  costas peligrosas como las del  concejal Juan José Dos Santos, que subió con la lista del Frete para la Victoria y no tardo nada en sumarse a las filas del MUPP. Primero en el acuerdo con Hernán Muriale (primer sucesor de Altieri), y al quedar huérfano por la renuncia de éste, rápidamente adoptó a Elizalde que prometía terminar  con la corrupción y los negocios espurios de Altieri y Muriale. Hasta que aparecieron Mansilla, Otegui, la patota y sus formas.

La renuncia también fue para otros cinco, los muchachos de Mansilla, entre los que se encontraba Ángel Norambuena, el hombre que había amenazado a la secretaria General del Sindicato, Soña Valent.

Además Mansilla declaró en La Tecla que: “Lo quieren voltear al intendente y el caballito de batalla es la seguridad. Porque hoy entrego a Pinamar con cero delitos, cero muertes, el índice más bajo de accidentología en la historia de Pinamar, la fiscalización más grande que tuvo el municipio. Hasta los mismo concejales dicen que va a ser difícil igualar el laburo que se hizo” (sic).

Mansilla y Otegui en la Comisión de Seguridad
con Mercedes Taurizano 

La declaración es falaz. “Miente, miente que algo queda”. Ningún edil ha manifestado lo que asegura Mansilla con excepción de Juan José Dos Santos. Y que el delito es cero también es una falacia porque los robos no han cesado. Se han aminorado por la presencia del Operativo Sol y la gran cantidad de presencia policial. Y en cuanto a la fiscalización, no hay agentes que cumplan la fusión y mucho menos vehículos para la tarea, después de haber gastado 2 millones de pesos con compra directa de seis  camionetas Ford Escort y dos Ranger, amparado en el Decreto provincial de Emergencia de Seguridad. Según fuentes extraoficiales los vehículos era para uso de los funcionarios y el séquito.

El año electoral recién comienza y así como el Intendente de Pinamar se adelantó a sacar las remeras Elizalde 2015, Mansilla corrió a Granados de la conducción y la adjudicó.

La duda que flota en la cabeza de muchos pinamaenses es que la renuncia del dúo de Ezeiza y sus muchachos no reproduzcan oleadas delictivas que de alguna manera subyace en el “under” pinamarense.