La creciente presión de empresas de consumo masivo y distribuidores y la conducta especulativa, intenta hacer cumplir la profecía autoinfringida de la inflación descontrolada. Esto no es una novedad en el proceso histórico argentino. El dólar ilegal, llamado “blue”, que se negocia en las cuevas y con el cual se registran escasas operaciones – vale decir que es un mercado mínimo y no corresponde a ningún movimiento económico relevante- arrastra tras de sí los precios sin ningún fundamento económico. La operatoria es así: Dos personas realizan (o inventan) una operación fijan el “precio de mercado” que por lo tanto es el precio del “verdadero dólar”, que a su vez es el precio “que debería tener el dólar oficial” y por lo tanto es “el precio que van a tener los insumos importados” y , en consecuencia remarcan en base a ese valor y los “productores agropecuarios” no están satisfechos porque no les pagan “ese precio verdadero” y por lo tanto retienen. Esta conducta cuasi delictiva debe ser denunciada y combatida.
El arma que tenemos los consumidores es abstenernos de comprar los productos que, sin ningún motivo, han aumentado indiscriminadamente. Sería bueno que, muchos más comerciantes, siguieran este ejemplo
Esto, más allá de los vivos de siempre, es un claro intento de desestabilización de las corporaciones contra un gobierno que lleva adelante un proyecto inclusivo y de recuperación progresiva de la industria nacional con su consecuente crecimiento sostenido del nivel de empleo. Es nuestro deber como ciudadanos defendernos de este embate de grupos económicos y especuladores variopintos que atentan contra los enormes logros de esta década.
No hay comentarios:
Publicar un comentario