Los negocios de la temporada

PARADOR ILEGAL

El domingo pasado la estructura del parador ilegal instalado en Av. Del Mar y Tres Carabela que fuera denunciado por  el concejal Lucas Ventoso, fue retirada. En el espacio de playa quedaron los residuos de un engaño plasmado en los plásticos esparcidos y la existencia de los baños químicos. Dicho parador  que ocupaba el espacio de una Unidad Turística Fiscal sobre el frente marítimo de Pinamar no tenía habilitación comercial, tampoco planos aprobados, la conexión de energía era ilegítima, y como si fuera poco se explotada comercialmente. Aunque Fiscalización no lo haya constatado.

Plano del parador ilegal

El expediente (4123-3296/13) se inició con las actuaciones administrativas del secretario de Gobierno y Seguridad, Juan José Rodríguez, a instancia de una solicitud cuyo membrete señala a la Secretaría de Políticas del Ministerio de Salud de la Nación. Paralelamente, al pie de la misma figura el logo del Ministerio de Salud de la Provincia. La malversada solicitud disponía que “se realizarían  tareas recreativas Culturales y Deportivas de promoción de distintas enfermedades. Al mismo tiempo determinaba “la instalación de un parador con bajada para discapacitados, cancha de futbol 5 y vóley; instalación de un escenario y baños públicos”. El abajo firmante es un tal Dr. Otto Orsingher, al que nadie parece conocer.

Plano de la Playa Deportiva

En el expedienté también consta a foja 4 un croquis a mano alzada con cuatro líneas donde se especificaba la ubicación del parador y los metros de ocupación. Esta presentación denota la grotesca exposición del documento y el aval de los funcionarios que no podían ignorar las trasgresiones.

Por su parte el Secretario de Hacienda, Juan Carlos León, advirtió la superposición de la solicitud antes mencionada con la de la Dirección de Deporte municipal y la “Playa Naranja”, emplazada entre las UTF de Cocodrilo y Perico, y solicitaba “la verificación de la ocupación”. De esto se desprende la instalación de un  parador ilegal que pretendía pasar desapercibido al camuflarse con la “Playa Deportiva”. La cual cuenta con planos de la Secretoria de Obras Públicas y los oportunos avales.

Debido a la conexión ilegal de energía, la CALP procedió al corte del suministro el 15 de enero. Y mediante nota que se adjunta al expediente, consta que la conexión fue solicitada por el Instituto de Prevención Social (IPS). Pero en la ampliación del informe, a pedido de los concejales, la Cooperativa especificó que la solicitud del suministro para el servicio identificado con el N° 90.381 fue “cursada mediante nota por el subsecretario de Hacienda, Carlos Bucheli, el 23 de diciembre de 2013”. Así como el “comprobante de la solicitud de pago de la conexión está firmado por el Sr, Jorge Liberanome, fechado el 27 de diciembre de 2013.  Allí es donde entra el juego este recurrido personaje que se pasea como por los despachos del Municipio y en especial por el de la Secretaria de Gobierno, como un funcionario más.

Lo que quedó: baños químicos

Los concejales están convencidos en la participación de los funcionarios municipales  en la instalación de este parador ilegal, ya sea por error, por omisión, o por complicidad.

El responsable de la Subsecretaria de Fiscalización, Leandro Sarobe, en respuesta a la denuncia administrativa elevada por el concejal Ventoso, respondió (y obra en el expediente de dicha denuncia) que no advirtió actividad comercial como el alquiler de carpas. Y determinó expresamente: “Por lo tanto es completamente  erróneo, falso e injurioso el planteo entorno a que la Subsecretaría no constata ilegalidad manifiesta, por el contrario, ante la denuncia recibida, actuamos, pero no se constató  la existencia de irregularidad alguna. Sin perjuicio, lo cual, reitero se intimó a la abstención de efectuar actividad comercial alguna” (sic).

 A los argumentos y el descargo de Sarobe se le contraponen las declaraciones de testigos que sí observaron la actividad comercial realizada por los responsables del parador y las pruebas aportadas por Ventoso en cuanto al alquiler de carpas y venta de jugo. A esto se suma la pregunta sobresaliente: ¿Por qué levantarían el parador, si su constitución era legal?