lunes, 24 de febrero de 2014

Nada más viejo que el diario de ayer, y nada de publicidad oficial a medios críticos

FUENTE EL CARTERO DE PINAMAR

Informarse a través de Internet es un método que gradualmente se fue generalizando y a medida que pasan los años, muchos van migrando sus preferencias del papel al formato digital, lo cual está provocando que muchos medios tradicionales deban "mudarse o morir" ante este fenómeno, no solo en la Argentina sino en el mundo.



Los jóvenes-adultos de hoy que podemos denominarlos los "nativos digitales", son aquellos que nacieron al mismo tiempo que lo hizo Internet y han crecido con el uso de las computadoras, los celulares y otros elementos tecnológicos, Así pues la información que consumen en la actualidad no proviene ya del papel sino de la web.

Unos treinta millones de usuarios de Internet así lo certifican. Los grandes medios nacionales comenzaron a mudar sus contenidos al tiempo que nuevos portales de información iniciaron sus actividades directamente en ese formato y naturalmente el público agradecido porque esto significa mayor diversidad y mayor democracia informativa.

La cuestión pendiente es, hoy por hoy, publicitaria, ya que salvo los grandes medios como puede ser el caso de Clarín, Nación, Perfil, Ámbito, etc. desbordan de publicidad. Otros medios como Tiempo Argentino y Página 12 existen gracias a la pauta que perciben por parte del estado la cual opera como una virtual operación de prensa.

En escala menor Pinamar tiene pendiente un proceso de actualización de los anunciantes (empresas y comercios) a los formatos digitales.

También el estado Municipal tiene el mismo proceso de selección de medios que en Buenos Aires o la Provincia. Más allá de su nivel de lectores, medios digitales y papel, “son elegidos como portavoces directos y confiables del discurso oficial”, con el agregado que la información que se consume en papel -como información en sí, sin el agregado de un contenido editorialista- carece de valor por la pérdida de actualidad debido a los medios digitales, que por el contrario diariamente informan lo sucedido en el partido, la región o la provincia.

La velocidad con la cual se difunden las noticias a través de la web hace que nada parezca más viejo que el diario de ayer y la discriminación de no pautar a quienes tienen una visión crítica, ponen en peligro la independencia de la mayoría de los medios periodísticos.

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