domingo, 27 de septiembre de 2020

Un nuevo Plan Director para Carilo sur

EN SESIÓN ORDINARIA, JUNTOS POR EL CAMBIO LOGRÓ QUE SE SANCIONARA EL PROYECTO DE EXPANSIÓN URBANA DEL OTRO CARILÓ EN MEDIO DE UN DEBATE QUE LLEVA UN AÑO. EL NUEVO EMPRENDIMIENTO DEJA MÁS PREGUNTAS QUE RESPUESTAS


Tras la sesión especial del miércoles, donde se aprobó el dispositivo normativo denominado “cerrojo” (ver aparte), el bloque de Juntos por el Cambio aprobó el viernes  el Plan Director de Parque Cariló antes que se vencieran, en la Provincia, los los plazos de expiración del proyecto. Si bien las manos alzadas de la oposición no alcanzaban postergar la sanción, el doble voto del presidente del cuerpo, Matias Yeannes, no fue necesario por la ausencia de la concejala del Frente de Todos, Laura Vigliecca.

La superficie que describe la nueva extensión urbana  marca un total de 721,18 hectáreas, delimitado por: la Ruta Provincial Nº 11 (Ruta Interbalnearia) y colectora, la calle Corbeta Agradable (límite con Valeria del Mar), prolongación virtual calle Yatay, prolongación virtual calle Sombra de Toro, el Océano Atlántico y límite con el partido de Villa Gesell.

El  polígono territorial comprende 13 fracciones catastrales distribuidas entre cuatro propietarios; que pueden distinguirse tres sectores: sector norte, sector oeste y sector sur: de Guerrero S. A., esto se debe a que  uno de los herederos, La fe SRL, no planea lotear por los que no forma parte de esta expansión urbana por ahora.  De alguna manera parte el proyecto del Nuevo Cariló, como ya lo denominan se parte al medio de acuerdo a la posesión de las fracciones de tierra.  

En franca contradicción con las distintas asociaciones civiles de Cariló, la propuesta de la expansión para Cariló Sur (un tercio de la urbanización actual), propone que no se plantea como un espacio competitivo y diferenciado de la actual urbanización de la localidad, sino que, por el contrario, se organiza con un criterio de articulación con el claro propósito de integrar y complementar la oferta turística actual a partir de la incorporación de nuevos servicios turísticos, espacios residenciales y estándares de calidad acorde al tipo de demanda identificada. Así como se fundamenta la convergencia de las estrategias de ordenamiento territorial con las estrategias del desarrollo local.

La oposición compuesta por los bloques de Frente de Todos, ProPin y Unidad Ciudadana, basaron su desaprobación al proyecto, entre varias cuestiones, a la negativa del oficialismo de convocar al Consejo Asesor Urbanístico para que dictamen sobre las ordenanzas cerrojos. Por lo que  la concejala de Unidad Ciudadana Marcela Uhrig mocionó el pase al comisión del proyecto a fin de la convocatoria del CAU. La moción fue desechada por  votación.   

El concejal vecinalista  Roberto Elorz, por su parte, dijo que “con este proyecto se prioriza el dinero, el negocio inmobiliario y no el ambiente”.  La oposición está en sintonía con los argumentos proteccionistas del ambiente, ya que  este emprendimiento involucrará a unos 30.000 nuevos habitantes con la carencia de planta depuradora de líquidos cloacales. Mientras que al mismo tiempo propone sustentabilidad con 155 hectáreas de viviendas multifamiliare, un estándar  que fue el  más conflictiva.

La concejala de Juntos por el Cambio, Alejandra Apolonio, expresó en la sesión  que “este proyecto marca un hito en el país, no solo por lo que implica desde lo urbanístico, sino además por el proceso que involucró este camino con la participación ciudadana y  acuerdos entre los propietarios”. La edila remarcó que se cumplieron  los requerimientos ambientales y los dictámenes técnicos.

En respuesta, el concejal Pablo Perrone (FT) reconoció el proceso. Pero no estaba dispuesto a acompañar la ordenanza, porque se trataba de un plan de negocios, una seguridad para los herederos de la tierra, en la que no se contemplaba la  cuestión ambiental. Entre las objeciones técnicas remarcó:  “ por el incremento potencial en la densidad, en función de los premios constructivos, se calcularía  una capacidad de más de 35 mil personas. Es decir, que este proyecto duplicaría la renta inmobiliaria para los desarrolladores, pero nadie asegura que la carga del recurso hídrico podrá soportarlo”, subrayó Perrone.

Un hombre de Cariló, como lo es el presidente del HCD, Matias Yeannes, no fundamento el voto pero en declaraciones al diario capitalino La Nación,  confirmó que la aprobación de las cuatro ordenanzas "cerrojo" darían  respuesta a las inquietudes de las asociaciones civiles. “Porque una busca garantizar el suministro de agua potable, otra  prevé estudios complementarios a los de impacto ambiental. Una tercera dispone un acceso individual para estos nuevos loteos, de manera que se evite el tránsito de obra por el Cariló original. Y la cuarta incluye al futuro loteo, no contemplado en esta etapa (el correspondiente a “La fe SRL.”), porque quedará alcanzado por el mismo esquema Plan Director.

Sin duda comienza un nuevo capítulo en el desarrollo del Carilo con “paisaje protegido”, para el que hay más preguntas que certezas: ¿Se judicializa el Plan Director? ¿En caso contrario los desarrolladores logran cumplir o estará en ellos mantener el equilibrio urbano ambiental?¿En lo que hace al desarrollo turístico inmobiliario, será Carilo Sur la competencia directa de Pinamar Norte? ¿De acuerdo a las herramientas legislativas, qué rol jugará el Municipio en esto que sin lugar a dudas  es un negocio inmobiliario competitivo? Y finalmente ¿Qué suerte se juega el medio ambiente pinamarence?

 

 

 

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