LA
ESTRATEGIA DE CAMBIEMOS ES DARLE TIEMPO AL INTENDENTE PARA QUE ACOMODE LOS
TANTOS. MÁS TRABAJO Y MENOS MARKETING. POR AHORA CONSIGUIÓ AL ALIADO MÁS
DIFÍCIL Y NO HABRÁ INTERPELACIÓN
El
interbloque de Cambiemos (con Lucas Ventoso como único defensor) y los concejales
Juan Ocampo y Juanjo Dos Santos se negaron a que el Intendente vaya a dar explicaciones al Concejos sobre el
robo de arena. El resultado de la votación fue un empate técnico, pero el doble
voto de la presidencia le dio la carta ganadora a Martin Yeza.
Las pesquisas
de los concejales llevan a que previo a la denuncia penal de Gregorio Estanga, el gobierno de Martin Yeza no controlaba en absoluto el tráfico de arena, ni dentro; ni fuera del
Partido de Pinamar. Esta falencia
involucra varias direcciones y secretarias de la estructura Yeza, cuya planta jerárquica supera ampliamente a las administraciones
que lo precedieron. La ineficacia
fue comprobada hasta por el propio Lucas Ventoso que al día siguiente de
la denuncia, el desfile de camiones cargados de arena hacia General Madariaga
no cesaba. Y esa realidad reflejaba dos cosas, la impunidad de la empresa de
Rafael De Vito (padre del primer concejal del Pro) y la desidia o complicidad
del Gobierno municipal.
Lucas Ventoso
fue el único orador de la jornada con dos intervenciones, en la primera se
remontó al pasado y a las denuncias realizadas contra los tres intendentes de
la administración del MUPP. Palabras más, palabras menos, calificó de “irresponsable”
la decisión de los ediles que abogaban por la interpelación, y recurrió a la
primera persona del singular en varios párrafos de su diatriba, en desmedro de
la pertenencia a una coalición, como si lo único que se jugara en esta defensa
fuera su buen nombre. El detalle no fue advertido por los dos concejales del
Pro, Alejandra Apolonio y “Rafita” De Vito, que a “esta altura de la soirée” están
pintados. Lo cierto que el mal trago que Ventoso le evitó a Yeza y al concejal
De Vito se vio reflejado en el apretón de mano que le dio Rafita al terminar la
sesión.
El enfrentamiento
judicial, los riesgos, la perseverancia
y hasta la valentía que se desprendía
del racconto que Ventoso realizaba, para
justificar su decisión, no hacían más que evidenciar y afirmar la distinta vara
con que media, y mide, hechos exactamente iguales. También se valió de la medición
cuando aplicó al actual escenario político, el resultado de las urnas como argumento
superlativo. ¿Cuántas veces habrá escuchado el aguerrido concejal ese mismo
argumento en la boca de Blas Altieri?
“Parece que
soy irresponsable por pedir explicaciones de los más de 150 camiones que
salieron de Pinamar en una semana”, dijo Estanga. Y agregó: “Mi responsabilidad
es proteger el recurso natural, el medio ambiente y que se respete el contenido
de la Ordenanza. En referencia concreta a la interpelación dijo que era “un
punto de inflexión para que el gobierno busque dentro de su estructura si hubo
complicidad, desconocimiento de la ordenanza, y/o las responsabilidades de los
funcionarios”. Además el edil del FpV debió despejar los fantasmas que
persiguen a la Alianza Cambiemos por lo que precisó: “Ni desestabilizar, ni destituir”.
Las palabras
de Estanga apuntaban a la cantidad de veces que los ediles hablaron con el
responsable del Frente Marítimo, Javier Mendia, y a quien advirtieron sobre la problemática
que lleva una práctica de décadas por parte
de las empresas corraloneras. Esta realidad fue expuesta por el concejal de
Compromiso Pinamar Juan Ocampo, aunque votó en contra de la interpelación, después
de reconocer que la noche anterior a la sesión se anotició de la existencia del
Manual de Buenas Prácticas que el Departamento Ejecutivo implementó por decreto
en enero de este año. El manual contiene las directrices que rige el reordenamiento
del frente marítimo, y que no se cumple en su totalidad.
Fiel a su
estilo oficialista, Juan José Dos Santos (Kolina), entre furcios y
contradicciones también votó en contra de la convocatoria al Intendente. La moneda
de cambio sigue siendo el ingreso al Municipio de gente de su riñón, posiblemente
los votos triunfadores a los que se refería Ventoso.
Los ediles
de ProPin, Maxi Santini, Gisell Acosta y Martin Viotti, oportunamente se expresaron
en favor de la interpelación, desmitificaron el peso que le adjudicaba Ventoso con
elocuente exageración. Pero Santini fue más allá, quizás en una de las
intervenciones más precisas desde que es concejal. El ataque certero fue cuando
dio lectura a las actas que convocaron a
interpelación a los distintos intendentes del MUPP y ex compañeros políticos de
Yeza. En ellas se exhibían por un lado la ausencia del formalismo que
reclamaban, y por el otro, los razonamientos y posturas de los concejales de la
UCR, en franca contradicción con los actuales fundamentos. La evidencia irrefutable
sacó de quicio a Ventoso que al retomar la palabra, personalizó la situación y le
echó en cara Santini, lo que él consideró cobardía, cuando peleaba solo contra
la corrupción en épocas de Hernán Muriale, e insistió con una frase que ya había
expresado: “Quieren ir por una tapa en los diarios”. Herramienta mediática de
la cual Ventoso hizo un culto.
La estrategia
de Cambiemos es darle a tiempo al Intendente para que acomode los tantos. Más trabajo
y menos marketing. Esta vez, tanto Yeza como De Vito (hijo) consiguieron al aliado
más difícil de la estructura radical, pero esto no es duradero y Ventoso cargará
con el costo político. Solo resta esperar que los caprichos del destino no le vuelva
a jugar una mala pasada, porque los tentáculos de Altieri lo persiguen. ¿Quién
hubiera dicho cuatro años atrás que Ventoso defendería en situaciones similares
al mejor discípulo de Don Blas?
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