miércoles, 1 de octubre de 2014

¿La mafia en todo su esplendor?

EL DESPLAZAMIENTO DE FUNCIONARIOS DEL MUPP, QUE SE AFERRAN AL PODER COMO EN EL MURO LA HIEDRA, ORIGINÓ ODIOS QUE VAN MÁS ALLÁ DE UNA CUESTIÓN POLÍTICA. A TAL PUNTO QUE ELIZALDE, A UN MES DE SU MANDATO, RADICÓ LA DENUNCIA CON TENOR DE AMENAZA ANTE EL MINISTRO ALEJANDRO GRANADOS.  


La interna en el MUPP (el partido gobernante) es más compleja de lo que se puede imaginar; enmarcada en una puja de poder encabezado por Blas Altieri y Hernán Muriale, esta vez juntos, pretenden hacer valer los derechos de los añejos militantes. Aunque ello implique arrasar con todos aquel o aquello que se interponga en el camino.   

El aluvión de acusaciones de Altieri en distintos medios, radiales y televisivos, sobre el atentado a la gobernabilidad por parte de fuerzas políticas opositora, haciendo referencia a su destitución y a la renuncia de Muriale, no es más que una visión inverosímil de la realidad,  cuando ésta se presenta con hechos concretos a partir de una reunión partidaria con grabaciones de por medio en el local partidario del MUPP, donde los desplazados funcionarios, hoy renegados, pergeñaban maniobras desestabilizadoras para eliminar al recién asumido intendente, Pedro Elizalde. Mientras las fuerzas políticas de la oposición esperan que la nueva administración se acomode institucionalmente. 

Las denuncias fueron formuladas por Elizalde, directamente en el Ministerio de Seguridad de la Provincia ante el mismísimo ministro, Alejandro Granados. Y ahora no se le puede echar la culpa a ningún concejal denunciante acusado de injuriar funcionarios, ni a medios locales atacados de ultrajar a Pinamar, ni a CQC, ni a cualquier otro factor. Esta vez tanto el chivatazo como la evidencia de un complot que prometía romper con el gobierno de Elizalde, vienen desde el seno de los integrantes del MUPP.  


“Primero está el interés general de Pinamar, no el interés personal” decía Altieri y acusaba a la oposición. Poco después la realidad le deba un cachetazo, cuando trascendieron las grabaciones en que él, Muriale, Marta Villanueva, Carlos Bucheli, Jorge Van Der Gohte, y otros organizaban de una manera poco digna la contraofensiva  que implicaba sacar a Pedro Elizalde de la intendencia, apelando al factor seguridad. Según se divulgó el tenor de la calificaciones ciertas o metafóricas llegaron a mencionar palabras y frases como: eliminación, cortar las piernas y mucho más. “El poder es nuestro” decía Villanueva, la señora que de una manera déspota conduce los destinos del personal municipal.  La misma señora que favorece a los suyos, que cuando estaba en Alumbrado Público hacia las horas extras del cómodo sillón de su casa, la maleducada que se metía en las reuniones de gabinete, la que pretendía ser Secretaria de Salud. Esa señora , fuera de sí, arengaba sacar a Elizalde.   

De las grabaciones se desprende la burda corruptela con la cual Pinamar ha sido gobernada por este movimiento vecinalista cuyo líder es Blas Antonio Altieri. 

Por su parte Elizalde sigue haciendo cambios en el gobierno como la designación del secretario de Hacienda,  Carlos Figueredo. Y asegura que “los funcionarios van a tener que certificar mes a mes,  de la misma forma que lo hago yo, trabajando con aciertos y errores, pero trabajando. Porque esto no es una beca”. Y agrega No vengo del ámbito de las corporaciones económicas tengo otra formación. Soy docente. 

En cuanto a la reunión del MUPP y las amenazas el actual Intendente dice: “El partido tomo la decisión de que no los represento”. No voy  entrar en detalle porque la denuncia está en el Ministerio de Seguridad.

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