A ESTAS ALTURAS YA NO SE SABE SI EL DEBATE SOBRE LA CESIÓN DE TIERRA A LA COLECTIVIDAD BOLIVIANA ES UNA CUESTIÓN VERDADERAMENTE ALTRUISTA O MERAMENTE ELECTORALISTA
En la última sesión se instaló nuevamente en debate sobre la cesión de tierra a la colectividad boliviana a partir de un proyecto de comunicación que le solicita al DE el anteproyecto de la sede. El creador del proyecto de comunicación es el presidente de la Comisión de Planeamiento, Lucas Ventoso, que apuntó a consensuar las distintas posiciones para lograr una norma que satisfaga a todas las partes. Sin embargo el debate se desvirtuó nuevamente cayendo en frases comunes orientadas hacia la demagogia y acusaciones infundadas.
Los concejales Paso, Dos Santos y su “consorte de banca”, Alberto
Germain, (así se definen) volvieron con el fantasma de discriminación. En
espacial, Paso, apuntó sin mencionarla a Mercedes Taurizano (que ya se había retirado del recinto) con la repetición
de una frase que la edila dijo en sesión, al considerar que todas las
colectividades sin excepción deberían comprar la tierra y no obtenerla a través de donaciones.
La obstinación de Paso recayó en una analogía reduccionista
bajo el concepto de “la casa grande”. Cuando no se ignora que se trata de una sede, como debe ser y así lo
expresó la propia colectividad, tendrá una actividad intensa no solo cultural
sino con atención primaria de la salud. Por lo menos esas son las pretensiones.
Entonces Fernando Ávila debió insistir en las limitaciones y el
perjuicio que le traería a la propia colectividad la sede en esa ubicación, por
tratarse de una zona residencial, e insistió que el tema no pasaba por la discriminación
como se pretendía instalar.
El Concejal Ocampo en linea con Avila, debió reiterar "el desarrollo de sus
políticas integradoras, sin discriminación y sin excepciones", en referencia a la negativa
de otorgar un terreno a la comunidad boliviana por estar ubicada en una zona no
permitida según el COU. Las observaciones se manifestaron en contraposición a
las declaraciones de los ediles Paso, Dos Santos y Germain que insistían en plantear posturas xenófobas. Y aclaró que él es el que se sintió discriminado
por tomar una decisión que creyó justa.
Ventoso retomó la palabra para fijar que no se trataba de discriminación
y si bien estaba a favor del proyecto entendía la postura de los otros
concejales: “Este es un cuerpo colegiado y el ABC de la política es consensuar.
Si no sería la voluntad de uno solo. El único objeto que tiene este proyecto es
consensuar”, subrayó Ventoso antes de la
votación que fue aprobada pese a los votos en contra de Dos Santos, Germain,
Paso, Rapallino y Moerselli.
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