sábado, 12 de abril de 2014

Un nuevo comunicado del Partido Justicialista de PInamar

COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS JUSTICIALISTAS DEL PUEBLO DE PINAMAR

Ante la creciente ola de inseguridad en Pinamar, que lamentablemente se ha cobrado vidas humanas, el Partido Justicialista manifiesta que la misma está íntimamente ligada al régimen que ejerce el Ejecutivo municipal.

El intendente interino, Hernán Muriale, hoy nuevamente de vacaciones, que ocupa el cargo en reemplazo del bien y merecido destituido Blas Antonio Altieri, en complicidad con todos los funcionarios del régimen altierista y sus borocotizados de aliados, concejales: Alberto Germain, Juan José Dos Santos y ex concejales Alfredo Baldini y Gladys Barce, ahora funcionarios, son los responsables del desgobierno del municipio por su inoperancia en la gestión. Los sueldos de la excesiva cantidad de funcionarios políticos gravitan en la disposición de fondos que podrían ser utilizados para mejores fines.



Una institución como la Guardia Urbana, que fuera creada para ser un elemento útil para combatir la inseguridad, es utilizada como guardia del intendente, esgrimiendo palos en el HCD para intimar a los vecinos, y aún peor, como personal de fiscalización en reemplazo de inspectores. La Guardia está a cargo de un vecino de Ostende, que con supuesta buena fe y “capacitación”, hoy se ha convertido en un burócrata mas, funcional al sistema: Como dijo el General Perón: “El pescado se pudre por la cabeza”.

Es nuestro deber como peronistas, contribuir con acciones, ideas y proyectos que ayuden al pueblo de Pinamar. Por ello convocamos a los vecinos a la participación, al tiempo que apoyamos la declaración de Emergencia en Seguridad dictada por el  gobernador Daniel Scioli, y en particular el accionar de los cuerpos de elite de la Policía provincial en nuestro distrito. Asimismo proponemos la continuidad de las rondas de la Policía Montada durante todo el año, la creación de una Sala de Operaciones en donde confluyan para la lucha contra el delito todas las fuerzas de seguridad con asiento en nuestro distrito, la confección y difusión pública del mapa del delito, entre otras medidas posibles y urgentes.

Finalmente, y en otro orden, es necesario destacar la coherencia y fidelidad a los principios de nuestra doctrina expresadas en la actitud del concejal Juan Ocampo, quien votando negativamente respecto del aumento del boleto por parte de Montemar, evitó ceder ante la ya común extorsión empresarial de la cual es cómplice el Departamento Ejecutivo, por inacción y omisión de los mínimos controles requeridos.

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