viernes, 15 de enero de 2016

El impune juego de los farsantes

  CARTA ABIERTA

Ser peronista en Pinamar nunca fue fácil, quizás porque el peronismo internamente siempre debió combatir contra un vecinalismo altierista que supo hacer su juego muy bien, ofreciendo el precio justo, aunque como siempre hubo excepciones. Modalidad que se arraigó en la comunidad y lo corrompió todo,  a tal punto que los recién llegados, como alguna lo fue Edgardo Carletti, encontraron tierra fértil para la farsa política que los motiva.

Sin miedo y sin tapujo puedo narrar los hechos de estos últimos años y la mediocridad de los personajes que se identifican como Consejo de Partido Justicialista, y en otros caso se autodenominan políticos. Señores inescrupulosos  bañado de cinismo,  incapaces de someterse a la voluntad popular sin que ello implique colgarse de las bolas de cualquiera.

¿Alguien conoce a Edgardo Carletti? Estoy segura que muy pocos. Un ser oscuro que presionó a cada candidato peronista para sus logros personales, inclusive en contra de la poca militancia que lo sigue  y de la cual tanto se jacta. Exprimió a De Vito, a Baldini, a Porretti, intento acercamientos con Ocampo, Elizalde y finalmente con Yeza. También coqueteó con  Altieri y Muriale. Pero como dirían en el barrio, siempre exigió mucho, y para peor nunca tuvo huevos para asumir los desafíos. La cobardía fue y es su aliada. Él y su hermanito (el zorrito agazapado), nunca van de frente están acostumbrados a tirar la piedra y esconder la mano. O esconderse detrás de la figura payasesca del presidente del PJ, Héctor Salvatierra, que ostenta un cargo que le queda muy grande.

Estos personajes sacan comunicados como Consejo de Partido PJ. Por lo que no me queda más remedio que involucrar a todos sus miembros y lo lamento, pero la realidad es que así firman,  y ello involucra a todos sus miembros.

Difaman a los actores políticos con mentiras y se atreven hablar de concejales que son pinamrenses nacidos y criados, hijos de personas nobles. Y uno se pregunta: ¿Con qué derecho o con qué autoridad?  Una pregunta concatena otra: ¿De dónde vienen los Carletti?  ¿De qué se escaparon? ¿De que trabajaron? Nadie lo sabe.  Pero ellos sí se creen con el derecho de difamar e injuriar a quienes no tenemos nada que ocultar, porque todo está a la vista, como la playa de Pinamar, sin recovecos. 

Carletti se ha dedicado a destruir y no a construir, ha hecho de la política un lugar oscuro y de transacción para su propio beneficio con una soberbia mesiánica.  

La gacetilla que se publicó días pasados, y de la cual el Mensajero de la Costa hizo referencia en una publicación, no intentó ser una defensa del Gobierno de Elizalde, al que juzgué (y sostengo) de desastroso, rodeado de peronistas y vecinalistas corruptos. Elizalde fue el último resquicio del MUPP que cambió de caballo a mitad del río.  La gacetilla quiso terminar con una falsedad incensaría por parte del actual  Intendente municipal. Pero el PJ que todo lo ensucia, la tergiverso y la manipuló.

Lo cierto es que cuando “se alinearon los planetas” y Elizalde asumió como intendente, lo primero que hizo Carletti fue sentarse a negociar su pase al Juzgado de Faltas con un proyecto a su justa medida. El mediocre abogado no tenía chance. Entonces, mando a negociar con los ediles que no tenía llegada,  al inefable y mentiroso de Milo Markovic, que tenía aspiraciones de secretario de la futura repartición. La negociación fue un fracaso y Elizalde pasó a ser denunciado por estos personajes. De esto hay sobrados testimonios.

Carletti habla de las actuales divisiones de bloques del FpV, desafortunada, por cierto, y de las cuales me lamento. Pero no recuerdo que Carletti pensara igual cuando, enemistado con los ediles, Alberto Germain y Gladys Barse, presionó a Porretti para que se separara del bloque y así no perdiera el puesto en el HCD. En ese momento también había tres bloques del FPV que él ayudó a forjar.


Miente, miente que algo queda… Carletti y su mediocre hermano armaron un pasquín electrónico que durante la campaña usaron para largar  mentiras una y otra vez, sobre mí y Gregorio Estanga.

Gregorio es un político honesto que soporta las incesantes  injurias del Consejo del PJ. Desde que lo conozco y empezamos a desandar este camino, respetó sin titubear el mandato popular. Trabajó siempre desde la política, para y por los vecinos de Pinamar sin esperar nada  cambio, más que el reconocimiento para llegar a ser un dirigente sin dejar de lado la humildad y la lealtad. Y no siempre  le pagaron con la misma moneda.

En la última elección asistimos con estupor y dolor como los dirigentes del palo incitaban a la ciudadanía a votar en contra de la lista del FpV, y Carletti explicaba en su portal de Facebook  detalladamente como cortar la boleta y votar por  Martín Yeza. Si era completa tampoco le importaba. Y ahora, ¿desde que lugar se atreve a juzgar con el más  impune descaro?    

Mi vocación es la de ejercer modestamente el periodismo y no lo dejaré jamás. Pero hace unos años decidí participar más activamente en la política  gracias a Néstor y a Cristina que me devolvieron la fe en el peronismo.  Por ello desde aquí convoco a la militancia a trabajar activamente para terminar con los Carletti, los Dos Santos, las Ponce, los Suescum, los Markovic, y todos sus secuaces  que todo lo pudren. Porque el verdadero enemigo está adentro y no en los otros partidos. En todo caso en las otras estructuras políticas hay adversarios.  Vayamos por un peronismo honesto, solidario, despojados de intereses mezquinos. Y revaloricemos la política, única herramienta de cambio.

Convoco a la militancia como alguna vez nos dijo Nestor “a inventar el futuro” de Pinamar  y terminar de una vez y para siempre con el juego de los farsantes.   

María Adelina Mercuri, peronista por herencia y por elección. 

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