domingo, 24 de enero de 2016

Cariló: un camino muy difícil...

INGRESA A CARILÓ SIGUE SIENDO UNA PROEZA QUE NO FORMA PARTE DE LAS TRAVESÍAS TURÍSTICAS 

Aunque ya están acostumbrados, los vecinos y comerciantes de Cariló trinan con el descuidado y mal estado de las calles. Luego del diluvio del pasado viernes todos esperaban que con la calma y el día brillante del sábado, las maquina recompusiera el camino que sirve de ingreso a la localidad: Av. Divisadero. A las pocas horas el alto tránsito destruyó también Avutarda, otras de las vías de acceso.  
Entonces una de las principales localidades del partido con sus atractivos turísticos quedó abnegada por falta de mantenimiento en los ingresos en uno de los fin de semana más importante de la ciudad. Ni hablar si ocurriera una desgracia y se haría necesario el ingreso de ambulancia o bomberos. 

En fin resulta paradójico que una plaza turística categorizada ABC1 tenga características deficiente en lo que hace a la transitabilidad. 

A través de prensa, la información que surge de la nueva administración es una ajetreada a agenda con mesas de trabajo. Pero la ciudad necesita más que eso.

El 15 de enero en el Hotel Marcín de Cariló se realizó un encuentro encabezado por el ministro de Producción de la Provincia de Buenos Aires, Jorge Elustondo y el subsecretario de Turismo, Ignacio Crotto, junto al Intendente Martín Yeza. 

En la reunión se abordaron temas referentes a la promoción turística, la realización de eventos culturales, deportivos y capacitaciones, con el apoyo de las mencionadas carteras provinciales y como no podía ser de otra manera. La cantinela se repetía sobre todo por parte del reciclado Ignacio Croto   
Al referirse a Pinamar las autoridades provinciales señalaron que “Pinamar era una ciudad muy importante ya que se trataba de una marca registrada y de un lugar de mucha exposición. También es cierto que durante los últimos años le ha tocado vivir situaciones muy ingratas".

Los vecinos de Cariló entienden que esa ingratitud perdura ya que la presión tributaria se refuerza sin que ello se vea reflejado en los servicios. 

La situación se agrava a partir de la floja temporada en cuanto a caudal de turistas se refiere, un conciso cuadro comparativo establece las siguientes cifras: 

En el 2015 en Pinamar se  registraba el 93% de ocupación, Mar de Ostende y Ostende el 91%, Valeria del Mar el 94% y Cariló el 93%. La Secretaría de Turismo tanto en 2015 como 2014 debió soltar alojamiento a casas de familia que para que albergaran el aluvión turístico. En cambio la clasificación por localidades en 2016 indica que los porcentajes se reparten siguiente manera: Pinamar 66%, Mar de Ostende y Ostende 69%, Valeria del Mar 67%, y Cariló 63%. 


La fórmulas de los técnicos y las estadísticas nos llevan a sacar algunas conclusiones tales como que hasta ahora, el turismo no dependió, ni depende de la chachara del ministro o secretario de Turismo de turno. En este grado de improvisación los más seguro es que los vaivenes de las oleadas turísticas este sujeta a  cuestiones económicas de la franja que elige a Pinamar y sus localidades. Y que a pesar de la belleza de sus playas y sus bosques, de la cual los ciudadanos no tenemos ningún mérito, las ofertas en el exterior muchas veces le son más tentadoras.  Estamos hablando de un turismo que no es cautivo y que sus posibilidades económicas le dan la libertad de elegir otros destinos. 

Este razonamiento puede ser frágil en lo que ha contenido se refiere. Por lo que incursionamos en la teoría y las propuestas superadora por parte de los expertos en la materia es que “en las últimas décadas se ha generalizado una forma de concebir el turismo basado en la planificación que ha incluido entre sus premisas fundamentales la participación y el diálogo de los distintos actores involucrados para lograr el consenso necesario en la definición de objetivos y cursos de acción comunes que garanticen la eficacia del proceso y la implementación de los proyectos”. Aunque el concepto pueda ser complicado, es muy sencillo y nada de esto se vio en Pinamar. Planificación, estrategia y participación son las palabras claves en el proceso. Pinamar siempre se ha quedado a mitad de camino.  

Pero, antes de abordar el proyecto o programa sustentable que defina a la ciudad como propuesta, el desafío de los funcionarios de la administración Cambiemos será el de equipar una ciudad que este a la altura de las exigencias turísticas, como punto de partida. Y algo tan como la transitabilidad de las calles, es esencial para proseguir luego con la complejidad que encierra la Industria del Turismo y de la cual Pinamar se sustenta. 

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