domingo, 2 de marzo de 2014

“El culo de botella”

DISPUTA ENTRE VECINOS POR UN CUL DE SAC DE ENTRADA A CARILÓ

Ayer un grupo de vecinos se congregó en el cul de sac (culo de botella) de la calle Sauce que cierra el enlace con Corbeta Agradable, calle límite entre Valeria del Mar y Cariló, para plantar, a modo simbólico, un pino y otras variedades en protesta por lo que ellos consideran la patoteada de un vecino de Valeria de Mar que con topadora rompió el alambrado y abrió el paso para uso personal hace un año. Desde allí comenzó el conflicto. Los vecinos señalan al Departamento Ejecutivo por no hacer cumplir la ley. 




El vecino en cuestión es el artista plástico Gustavo Díaz. Al parecer todo comenzó hace un año atrás cuando Diaz abrió el paso para acceder al cul de sac que realiza la calle Sauce en su limite con Valeria del Mar. Para ingresar a esta calle, el trayecto de siempre fue por Cariló a través de las calles Divisadero, Quebracho, Colibrí y finalmente Sauce. Los vecinos que adquirieron esas parcelas lo hicieron en ese sentido, la tranquilidad que les otorgaba el cul de sac.

Los argumentos son encontrados, para Diaz es un derecho el paso a Cariló por ser espacio público. Además, de exponer que como artistas necesita la senda para transportar sus obras que son delicadas y de gran porte. En contrapartida los vecinos de Cariló apelan a la Ley de Paisaje Protegido (Ley 12704) y a los usos y costumbres que son inviolables. Y no se puede negar que hay una cuestión del valor de la tierra en el medio.

“La seguridad”, es otro de los argumentos para impedir la apertura. El acceso a Cariló está establecido por tres arterias: Divisadero, Chorlo y el ingreso por la ruta 11. Debido al alto índice de robos desde la Comisión de Seguridad, y con acuerdo con el intendente Muriale, los vecinos de Cariló con el arquitecto Oscar Garlep realizaron un relevamiento con los pasos clandestinos, el resultado dio al rededor de setenta salidas como atajo de escape delictivos.

Cuando Diaz abrió la calle con la  topadora contratada para su obra, tiro abajo las especies de arbóreas que limitaban al compás del alambrado. Ante la inminente  protesta de los vecinos, el encargado del Corralón Sur municipal, Leandro Brigñole (muy criticado por los habitantes  de Cariló), procedió por orden del Intendente a cerrar nuevamente el paso. Pero nadie se explica “por qué a un año de la decisión, el Gobierno municipal vira los argumentos a favor de un vecino que tiene un interés personal sobre la cuestión”.

Eduardo Bary, vecino de Cariló, le dijo a Pinamarinfo que el señor Diaz puede ingresar a Cariló por la calle Chorlo, legalmente abierta, a tan solo 80 metros de lo que va a ser su posible atelier. Explicó además que a 10 metros hay un paso peatonal para poder ingresar. Pero “no sabe por qué él quiere ingresar por  el sendero en cuestión”. Bary, “independientemente de los fundamentos de Diaz que no se entiende por qué lo hace”, responsabiliza  directamente al Departamento Ejecutivo “por no controlar que las leyes se cumplan”.



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