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| Publicación de Clarín 06/01/2016 |
Vistas las últimas declaraciones del actual Intendente municipal, Martín Yeza, en medios nacionales y la repetida falsedad respecto de los haberes percibidos por el intendente saliente Pedro Elizalde, nos encontramos en la obligación de aclarar la cuestión.
Antes que nada, lamentamos profundamente tener que desmentir al primer mandatario municipal en el inicio de una nueva etapa de la cual pretendemos, por lo menos en lo que hace al Concejo Deliberante, trabajar cordialmente en el camino de la transparencia y honestidad, banderas que seguiremos levantando incansablemente.
En las declaraciones demagógicas, el Intendente recurre a una mera manipulación de datos que encierran más de una mentira. No solo por el monto del sueldo de intendente, ¬al cual le carga unos cuantos miles de manera deliberada¬, sino porque Elizalde junto a otros intendentes (guste o no) se ajustaron a la norma votada por el HCD, por la cual percibían una antigüedad que el joven Yeza por el momento no puede percibir bajo ningún concepto.
A partir de verdades a medias construyó una mentira. Creemos que tener la buena acción de haber resignado el cobro de los gastos de representación en favor de la austeridad, se contrapone con la exageración y el vedetismo que exhibe Yeza en medios nacionales y locales. Exposición que entendemos puede ser una debilidad que no le hace bien ni a Pinamar, ni al nuevo Gobierno.
Por otro lado, encontramos tendencioso y hasta obsesivo que las referencias de los sueldos de intendente (historia de larga data) siempre sean de Elizalde, cuando a la lista se suman Hernán Muriale y Blas Altieri, nombres que el Intendente, cuidadosamente, evita mencionar en cualquier caso. Históricamente en Pinamar “los sueldos” de los intendentes fueron y son altos o mejor dicho excesivos.
Finalmente, lamentamos envolver a los vecinos de Pinamar en esta situación que puede parecer menor. Sin embargo sostenemos en honor a la verdad, que “con una mentira suele irse muy lejos sin esperanzas de volver”.
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