LA ORDENANZA PREPARATORIA DEL DEPARTAMENTO EJECUTIVO
SOLICITABA UN AUMENTO DEL 11% AL 23 %.
Eran la una de la tarde cuando los concejales y
mayores contribuyentes se reunieron el recinto para tratar la ordenanza
preparatoria. Los ediles aprobaron el tratamiento y el primero en tomar la
palabra fue el concejal de ProPin y presidente de la Comisión de Presupuesto
Hacienda y Cuenta al presentar la primera moción que consistía en diferenciar los
porcentajes entre las tasas emitibles y no emitibles en favor del sector
productivo. El edil mencionó el agravamiento de la situación económica, la crisis social y la inflación en el año 2018 del 47,6 % y la
del 2019 que alcanzará 54,5 %. También se refirió a los avances que se
proyectan en el sistema de Salud. La
moción concreta de Bermúdez fue del 26% en la Tasa de Servicios Urbanos (TSU) y
el 16 % en todas las tasas no emitibles como los derechos de construcción,
habilitaciones, multas, cánones de playa, derechos de oficinas, tasa de
seguridad e higiene, ocupación de espacio público, y más.
Augusto Urrizola fue quien propuso la otra opción. El
edil de UCR propuso ajustar la redacción de la futura ordenanza y otorgar un
20% en la TSU y el 15 % en las tasas no emitibles. También reconoció el trabajo
de los funcionarios de salud y el esfuerzo por mejorar el recupero del SAMO de
3 millones a 31 millones y la inclusión de los centros de Salud para mejorar la
coparticipación.
La moción de Urrizola fue aprobada por su mayor
contribuyente y los dos ediles de Unidad Ciudadana Carlos Conti y Marcela
Uhrig, también el mayor contribuyente de la edila, Javier Grispino.
El resto de la asamblea aprobó la moción de Daniel Bermúdez
por 23 votos positivos contra 5 negativos para ser sometida a votación, desechando
así la propuesta del Departamento Ejecutivo y la de Urrizola.
En el recinto se encontraba el director de los Centros
de Atención Primaria de la Salud, el jefe de Gabinete, Federico Panzieri y el
secretario de hacienda, Juan Ibarguren.
Antes de la votación nominal Gregorio Estanga pidió
la palabra para justificar el inmediato voto negativo después de haberse
promulgado en forma positiva por la moción de Bermúdez por sobre la de Urrizola.
Sin otra propuesta concreta se pronunció negativamente, y si bien “no cuestionó
la eficiencia y la buena voluntad de los funcionarios de Salud y Hacienda”, sí se refirió a “la mala gestión del actual administración”. Señaló el ingreso
irrestricto del personal y se refirió a las políticas de Macri y Vidal en el empobrecimiento
de la población. “No se le puede dar el aumento al que no tiene los números claros”,
dijo el edil y recordó el costo del pasto en la obra pública como ejemplo. Según
los cálculos de Estanga “los funcionarios no dijeron lo que van hacer con el dinero
sobrante de libre disponibilidad" que quedaría luego que de otorgar el aumento la tasa de Salud. En una palabra el candidato
a intendente por Frente de Todos no estaba a favor de ningún aumento.
Carlos Conti que votó la propuesta de
Urrizola también justificó su voto negativo a la propuesta aprobada, basándose en la crisis que sufren
los contribuyentes ajustándose día a día
y que no se observa por parte del Estado municipal con el ingreso del personal
para realizar tareas cotidianas y no especificas lo que justificaría su
contratación. El edil de Unidad Ciudadana apuntó a seguir progresando en el
recupero del SAMO sobre todo en la temporada y en la coparticipación para crear
un sistema de salud sustentable y que no recaiga en el contribuyente.
La moción por el aumento del 26% en la TSU y el 16%
en el resto de las tasas salía aprobada por mayoría contra siete votos negativos.
Para finalizar Ventoso tomó la apalabra para hacer
una reflexión y dijo que “la desigualdad social que tiene Pinamar es más grande
que la tiene General Madariaga -en
referencia a la comparación por los sistemas de salud- y mucha más gente que no
tiene obra social. Lo que se termina de votar es el mantenimiento del sistema
de salud del Municipio y estamos tratando gracias al consenso de evitar que la
salud pública colapse”. El edil invitó a que vayan sus pares a ver la nueva aparatología
que adquirió el hospital y señaló el
costo de la ampolla de 40.000 pesos para enfermos infartados sumado a que todo
sale de los fondos públicos.
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