Fuente El Cronista Comercial
Las boletas que llegan a los usuarios residenciales tienen
cuatro componentes: el costo propio del gas, el transporte, la distribución y
los impuestos que son fijos.
Los puntos a tener en cuanta son que los nuevos aumentos se realizarán en tres cuotas y el periodo en que se va a pagar el incremento
depende de un esquema realizado para no cargar con el costo excesivo de la tarifa
en medio de las elecciones 2019.
Por otro lado las empresas cobraran como si no hubiera un
diferimiento y el Estado cubrirá la diferencia para no caldear los ánimos de la
sociedad previo a las elecciones, se destinará 4500 millones para aplacar la
suba y por los intereses que conlleva la tarifa plana.
Los hogares sentirán el
ajuste en pleno noviembre, cuando se le facture el consumo de octubre. Además
entre diciembre de 2019 y marzo de 2020 (después de las elecciones) pagaran lo que no abonaron de más en el invierno.
En octubre habrá otro aumento de tarifas por la regulación vigente, aunque el
gobierno podría aplacar esa suba para diciembre tras los comicios presidenciales.
De esa forma el incremento podría ser retroactivo o reconocerle a la empresa con mayor porcentaje el atraso de dos
meses. Los usuarios sentirán el impacto en enero 2020 en el mismo momento en
que se esté pagando el consumo de invierno.
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