TRATA: PENAS DE 8 Y 16 AÑOS Y UNA ABSOLUCIÓN, EL PEDIDO DE
LA FISCALÍA
Fuente: Código Mar del Plata
En instancia de alegatos, el fiscal de Distrito Daniel
Adler, dio por probado el delito de trata con fines de explotación sexual, del
que fueron víctimas dos niñas de 15 y 16 años, y una joven, quienes fueron
engañadas con falsas promesas de trabajo para viajar desde el conurbano a
Pinamar.
El juicio oral y público por trata de personas con fines de
explotación sexual que se está desarrollando en Mar del Plata entró en etapa de
alegatos. El fiscal federal de Distrito Daniel Adler solicitó penas de 16 y 8
años para Alejandro Daniel Aguirre y Gonzalo Matías Aguirre, respectivamente,
por haber engañado en el verano de 2013 a tres mujeres –dos de ellas niñas de
15 y 16 años- en Florencio Varela, con falsas promesas de trabajo. Para la
tercera imputada solicitó la absolución al entender no acreditada su
participación criminal en el hecho y contemplar, entre otras cuestiones, su
situación de extrema vulnerabilidad, las amenazas denunciadas durante el debate
y la ausencia de un “efectivo acceso a la justicia”.
Acompañado por el fiscal federal de Dolores, Orlando
Giménez, Adler pidió también el decomiso del Renault Logan que Aguirre usó no
sólo para el traslado de las adolescentes desde el conurbano a Pinamar, sino
también para llevarlas a concretar la explotación sexual. Además –por haberse
cometido el delito con ánimo de lucro- impuso multas de 80 mil y 50 mil pesos
para padre e hijo, respectivamente.
Enseguida, señaló que –conforme el artículo 23 del Código
Penal- “corresponde que tanto las multas a imponer y el decomiso sean afectados
a programas de asistencia a las víctimas, debiendo ordenarse luego del pago de
las multas y de la realización del vehículo en cuestión, el depósito del dinero
en cuenta oficial a nombre de cada una de las víctimas”.
Y como último punto, requirió que se remita copia de lo
actuado al Colegio de Abogados Departamental, en relación a la actuación del
abogado defensor Héctor Zamora, a fin de que se evalúen las sanciones
disciplinarias correspondientes por la presunta violación al artículo 60 de la
ley 5177 –que da cuenta de la prohibición de defender intereses encontrados- y
a las normas de ética profesional del Colegio de Abogados de la Provincia de
Buenos Aires. Zamora, defensor de Alejandro y Matías Aguirre, también asesoró a
la tercera imputada, quien dijo –en el testimonial prestado en el juicio- que
fue llevada bajo amenaza a “mentir” ante la Justicia.
En relación a la situación de las adolescentes, Adler
reparó: “Se trataba de dos niñas que se encontraban a casi 400 kilómetros de su
casa, sin dinero y con escasos conocimientos para salir de un lugar donde
Alejandro Aguirre tenía efectivo dominio, y además hacía notar sus influencias
políticas y su capacidad de dañar”.
El argumento central que usó Aguirre en su defensa fue que
se trababa de una causa armada por intereses políticos. “Sin embargo no pudo
explicar en qué momento y de qué modo las niñas se relacionaron con gente de la
política que lo quisiesen perjudicar”, expresó Adler. De hecho, “de un modo
prácticamente inmediato las niñas escaparon hacia la comisaría y de allí fueron
alojadas en el Hospital Municipal donde recibieron asistencia”.
“UNA PYME FAMILIAR CON FINES DE EXPLOTACIÓN SEXUAL”
Durante su alegato, el representante del Ministerio Público
Fiscal señaló que se trataba de una suerte de “pyme familiar con fines
criminales, de explotación sexual” –allí ubicó a Alejandro Aguirre como “dueño
del negocio”-, y en este sentido se refirió a un informe elaborado por Protex y
el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (Inecip):
“(Las redes de trata relevadas en causas judiciales) podrían ser caracterizadas
como redes no profesionalizadas, ciertamente poco estructuradas (…) muchas
veces de carácter familiar”.
En ese escenario, mencionó que Gonzalo Matías Aguirre
colaboró con los hechos, “con pleno conocimiento y voluntad”. “Su rol no fue
necesario sino accesorio, pero su contribución al hecho total debe igualmente
ponderarse”, sostuvo y mencionó diversos elementos: dijo que fue el encargado
de conseguir el departamento donde se alojó a las víctimas y lo visitó, compró
los pasajes –ida y vuelta- de la joven víctima, e incluso fue acusado por la
imputada y su hermana de amenazar a su padre: “Ojo con lo que va a declarar tu
piba”, le dijo diez días antes de iniciarse el juicio.
ABSOLUCIÓN PARA UNA IMPUTADA
En relación a la mujer imputada, sostuvo: “El Ministerio
Público Fiscal no forma convicción acerca de su participación criminal en el
hecho. No alcanza con la realización de actos materiales sino que estas
acciones externas deben estar cargadas de subjetividad final, esto es dirigidas
a un propósito criminal, y más aún en el caso de trata de personas donde al
dolo se agrega una finalidad interna trascendente en el tipo final, esto es la
explotación humana”.
“Este cambio de posición del MPF no resulta arbitrario sino
que se funda en lo sucedido en el juicio”, apuntó y se refirió a la declaración
que prestó la imputada en el debate oral. “No sólo se apartó de lo que había
dicho en primera instancia, sino que manifestó que su declaración había sido
convenida con el abogado de los coimputados”, apuntó. Esto lo dijo frente al
mismo abogado y con el control de los Aguirre que escucharon el relato, quienes
no requirieron la confrontación en ningún momento.
En un pasaje del alegato, Adler reparó en que la imputada
tiene una hija menor, producto de una violación que sufrió a los 13 años, que
dijo que aceptó viajar a Pinamar para comprar los útiles para la escuela de la
niña, y que no tenía empleo. Además, reparó en que dormía en el mismo lugar que
el resto de las víctimas, y que sólo estuvo tres días al pedir volver a su
casa.
Al mismo tiempo, el fiscal de Distrito reparó en “la
ausencia, hasta el juicio, de un efectivo acceso a la Justicia, en un entorno
en el cual, con evidentes intereses contrapuestos, fue imputada de un delito
gravísimo en el cual fue llevada a defenderse por el mismo abogado que
representó a los principales imputados”.
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