LOS CONCEJALES SE REUNIERON CON LAS COPULAS SINDICALES QUE FUERON A DENUNCIAR LAS ARBITRARIEDADES DEL GOBIERNO MUNICIPAL EN EL MANEJO SALARIAL
La Comisión de Asuntos Legales que preside Martín Viotti recibió a las cúpulas del Sindicato de Trabajadores Municipales y de la Asociación de Guardavidas. Los dirigentes sindicales expresaron su disgusto con el Intendente municipal a partir de la decisión de descontar en los haberes de los trabajadores los cuatro días referidos al conflicto laboral que mantuvieron durante el mes de marzo (quite de colaboración). Tanto Soña Valent como Fernando Espinach presentaron a la Comisión la documentación que demostraría el desatino del Gobierno al desconocer los días laborales al desconocer el derecho a la protesta, aparándose en una interpretación inexacta que involucra al Ministerio de Trabajo.
En el caso del gremio municipal media un acta acuerdo firmada el 1 de abril por el Secretario de Gobierno. Mientras que con los guardavidas se aplicaba la conciliación obligatoria. Entre ambos sindicatos los trabajadores afectados a los descuentos son más de 140.
En la mesa de diálogo se dio lectura a los documentos y se aclaró que las denuncias de los trabajadores se circunscribieron a la falta de herramientas de trabajo y manejos dudosos en las comparas por parte de funcionarios.
Las áreas de conflicto son las correspondientes a la dirección de Seguridad en Playa, que estuvo a cargo de Germán Sevrain, y a la dirección del Corralón Norte, con Rubén Veloso, ambos, no solo creyeron en las promesas de campaña del actual Intendente, sino que formaron parte del proyecto político. Pero a poco de tomar el poder, Martin Yeza decidió apartarlos de los cargos que fueron designados. En el caso del Corralon, la maniobra se agrava desde la ética política, Yeza prometió y llevó a delante una elección entre los propios trabajadores, a cambio del voto, para designar al director. La democrática designación recayó en Veloso, quien luego de pasar la temporada fue apartado del cargo.
En una entrevista publicada por este medio Sevrain declaró que el eslogan “Cambiemos” era una “farsa”. El Guardavidas fue separado del cargo por declarar la falta de insumos, y apuntó contra su superior Matias Yannes; en la misma entrevista del 3 de febrero explicó: “En este momento estamos en conciliación obligatoria y mientras dure este periodo no se puede realizar ninguna acción (despidos, suspensiones, cambios de áreas) ya sea de parte de los trabajadores, como del empleador. No me quisieron escuchar. Nosotros somos el Estado y somos los primeros que tenemos que cumplir la ley” subrayó Sevrain.
Tanto Veloso como Sevrain señalaron a los funcionarios: Leandro Brignole y Marcelo Demarco, respectivamente, con el enfrentamiento salieron perdiendo. Sevrain decía: “Los cambios de personal que yo quería hacer se debía a la incomodidad que provocaba cierta persona (Demarco) que se desempeñaba en la parte administraba y que se encuentra procesada por agresión agravada. Quisimos cambiar la imagen de Seguridad en Playa y tampoco nos dejaron. Me agregaron más gente en Mantenimiento que no era necesario (son los que se denominan auxiliares)”.
Por parte de Veloso y los trabajadores del Corralón, en aquellos días de quite de colaboración, denunciaron ante la secretaria, Mila Gomez Beret, las maniobras sobre la compras de insumos del subsecretario del área, Leandro Brigniole.
Según la información de Prensa del HCD, los empleados informaron que trabajan en la vía legal con cartas documentos, mientras que la mayor parte de los concejales plantearon que no pueden accionar en el tema, más allá de escucharlos. Por su parte Gregorio Estanga pidió conversar con los concejales del bloque Cambiemos, para conocer la posición del Gobierno, por lo que finalmente se decidió convocar a las autoridades del DE.
La gestación de un paro con movilización está latente. Los concejales se asombraron del desmanejo político del Intendente y sus funcionarios.
Otras de las cuestiones plantadas es la ausencia del Intendente en los conflictos, a lo que se suma la contradicción, por un lado, se muestra accesible con la comunidad, y por el otro no dialoga con los trabajadores.
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