"DÉCADAS DE GOBIERNOS DE IMPUNIDAD DEJAN UNA HERENCIA MUY
PESADA PARA EL NUEVO GOBIERNO"
Fiel a su estilo el concejal Lucas Ventoso describió en su Facebook una realidad que da cuenta la corrupción que involucra a intendentes y empresarios. Se refirió a la pesada herencia y a la oportunidad del actual Gobierno y los distintos espacios políticos de cambiar este destino.
Por Lucas Ventoso
La única manera de torcer esta realidad de corrupción,
saqueo de los recursos públicos e impuestazos es la voluntad de dar
cumplimiento a la ley, sin excepciones, para destinar los recursos al Municipio,
que es a quien le pertenecen, y no a las
manos de un puñado de empresas particulares y funcionarios que se han
enriquecido como nadie pueda imaginarse.
Sabido es por todos los pinamarenses que nuestra ciudad se
desarrolla, directa o indirectamente, en torno a nuestras playas públicas. La
explotación comercial de las playas públicas de nuestro partido podría generar
recursos públicos por 100 millones de pesos por temporada (entre concesiones
balnearias, derechos por publicidad, ocupación de espacios públicos, etc). Casi
el 20% de todo el presupuesto anual de recaudación municipal. Hoy, tal como el
Municipio ha entregado el frente marítimo a manos privadas, en complicidad con
los intendentes de los últimos 20 años, las playas de todo el partido de
Pinamar generan más gastos que lo que de ella se recauda. No se recauda más que
20 millones de pesos al año. Se gasta casi lo mismo que el presupuesto anual
del área de Seguridad en Playa. Un dato indignante, pero real.
Los pinamarenses debemos saber que el dinero que falta es el
mismo dinero que se llevan los privados intermediarios entre el Municipio y los
empresarios, de un negocio que consiste en “saquear al estado explotando sus
playas públicas” con la complicidad de los impunes gobiernos de turno. Prueba
reciente de esto es el caso del Balneario Soleil y la colocación de Antenas de
telefonía celular. En el caso del balneario Spleil, yo fui testigo directo
(junto a dos funcionarios públicos más) de cómo un abogado del partido de La
Costa, Carlos Rajoy, allegado directo a Hernan Muriale, ofrecía impunemente el
alquiler de solamente el restaurante del balneario Soleil por $ 500.000 pesos
la temporada. Las carpas y sombrillas (el negocio más rentable) las alquila él
y su esposa, tal como se ve en la foto del papel pegado en el vidrio del
balneario, con su teléfono celular particular, además de publicar un cartel en
el que ofrece: “Alquilo fondo de comercio bar”. La impunidad en su máxima
expresión. Negocia una concesión balnearia del Estado municipal de Pinamar, que
no ha sido adjudicada Licitación desierta) y que, lógicamente, no tiene ni habilitación,
como si fuese su propia casa.
Por supuesto que he hecho la denuncia penal correspondiente,
pero hasta el día de hoy, después de haber transcurrido un mes, la Fiscalía de
Pinamar no ha citado ni siquiera a un testigo…
Otro caso ejemplar de impunidad es la reciente colocación de
antenas de telefonía celular en las playas públicas: en el balneario C.R;
Hemingway; El Pájaro; Sport Beach, Divisadero, Bacota; Posta Norte; La Pérgola.
Estas antenas son absolutamente ilegales. No tienen
autorización del HCD para ser instaladas (tal como lo exige la Ley Orgánica
Municipal), ni tienen tampoco la autorización de la provincia de Buenos Aires,
a través del OPDS. Pero no es sólo eso. Por la colocación ilegal de estas
antenas los concesionarios públicos de playa han cobrado hasta 10 mil dolares
por año, y más también. En el caso de las antenas de Cariló, en el balneario Hemingway
cobró 11.500 DÓLARES, tal como se ve en las fotos del expediente municipal
4123-2770/2015, iniciado el 28 de octubre pasado, antes de finalizar la
intendencia de Elizalde.
Curioso, ¿no? Al parecer nuestras playas públicas son una
mina de oro, pero tenemos un municipio deficitario y fundido: Se pagan 500 mil
pesos por alquilar por 2 meses un salón de madera, semi abandonado, de no más
de 50 m2, en Zorzal y Av. del Mar; se pagaron 10 mil dólares, por año, por 2,5
m2 (sí, dos metros y medio) de espacio público para colocar una antena…
Simplemente extraordinario lo que genera Pinamar.
Este nuevo gobierno recibe hoy la peor herencia que puede
recibir: un sistema político bien
afianzado de corrupción, saqueo e impunidad. Si se toma la decisión
política de combatir este sistema hasta el final, no tengo dudas de que la
ciudad de Pinamar podrá salir a adelante, y hallará este nuevo gobierno en
todas las personas con sentimiento de justicia y buena voluntad a su mejor
aliado. Ese es mi deseo. Y si se sigue el mismo camino que se viene haciendo
desde la primera intendencia de Altieri, habremos perdido una oportunidad única
de poder construir un gobierno desde diferentes espacios políticos pero con un
mismo objetivo. Confío en que, esta vez, podremos derrotar a la impunidad.
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