Fuente Infobae
En la madrugada del lunes y a días de la
conmemoración del quinto aniversario que dio
origen al movimiento NiUnaMenos fue
hallada muerta María Teresa Mamani
Condori. La mujer de de 40 años y madre de tres hijos fue atropellada por su
marido, Martín Cruz Torres, constructor de 45 años, que ahora está detenido y
acusado de homicidio agravado por el vínculo y por el género, lo que le podría
valer la pena de prisión perpetua.
Algunos
vecinos que habían escuchado los gritos la encontraron tendida sobre la arena
de la calle Praga, en la localidad de Ostende, ya sin vida, apenas a 50 metros
de la casa donde vivía con sus tres hijos y su marido.
Mamani Condori fue hallada con golpes en el abdomen
y en el tórax. Restos de su campera fueron descubiertos en el paragolpes de la
camioneta de su marido y algunas manchas de su sangre se encontraron en una de
las ruedas de la camioneta de Cruz Torres. Las pericias están a cargo del
fiscal de Pinamar, Juan Pablo Calderón.
Según reconstruyeron los investigadores, el
asesinato ocurrió cerca de la 1.40 de la madrugada, después de que la pareja
cenara en la casa de un matrimonio amigo, a pocas cuadras de su casa, aun
cuando en Pinamar está vigente la cuarentena total. En esa reunión, la
cordialidad se terminó luego de que la noche se pusiera tensa. De acuerdo a lo
que recogió Calderón de los testigos, Mamani Condori se habría puesto violenta
con la hija de los anfitriones, quienes finalmente la echaron de la casa.
La mujer se fue caminando a su hogar, donde estaban
sus tres hijos (dos varones de 24 y 11 años, respectivamente, y una chica de
19), y a los pocos minutos salió del hogar de los vecinos Cruz Torres, a bordo
de su vehículo, que terminó impactando -se sospecha que a propósito- con el
cuerpo de la víctima.
Ella había hecho una denuncia en noviembre de 2019
por violencia psicológica. No había denuncias anteriores. El juzgado de paz que
intervino determinó una restricción de acercamiento para el hombre, pero nunca
la cumplieron. De hecho está el informe de la psicóloga donde dice que ella se
había arrepentido y quería seguir viviendo con el marido.
De acuerdo al relato de los primeros testigos del
crimen, Cruz Torres, constructor nacido en Jujuy, le pidió ayuda a un vecino.
Los investigadores sospechan que deliraba, no se sabe si por el shock emocional
o por el alcohol o por las dos cosas, porque a su vecino le repitió varias
veces “no es mi hermano” en referencia al cuerpo tendido en la calle. Los
investigadores suponen que se refería al hermano porque vive en la casa de al
lado, en el mismo lugar donde él guardaba la camioneta que protagonizó el
hecho.
Su vecino, odontólogo, que conocía a la familia y
nunca había tenido problemas con ellos, le tomó el pulso a la persona que
estaba tirada en el suelo y ahí notó que se trataba de una mujer pero no la
reconoció como la esposa del hombre. Mientras tanto, otros vecinos lo vieron a
Cruz Torres volver a su casa y estacionar la camioneta en el lugar donde lo
hacía siempre.
Cuando llegaron los policías y el fiscal Calderón
todavía desconocían que se trataba de la esposa del hombre. Y salieron a hacer
un relevamiento casa por casa para detectar si en algún lado había alguien
ausente.
La mujer no tenía documentos, se hablaba de un
cuerpo desconocido en la vía pública. Y una versión les indicó que "la
esposa de Cruz estaba en la casa”. Sin embargo, los investigadores fueron al
domicilio de Cruz Torres y Mamani, ubicado sobre la calle Matheu 198, y les
preguntó por la madre a los hijos. El hijo mayor explicó de qué forma estaba
vestida su mamá y el fiscal, entonces, ató cabos. El chico de 24 reconoció el
cadáver de su madre.
La mujer tenía puesta una campera negra. En un
bolsillo, los investigadores encontraron un oficio judicial. Era una
notificación fechada el 29 de mayo para someterse a un peritaje psiquiátrico
por la denuncia que ella había realizado contra él por “violencia psicológica”.
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