lunes, 24 de octubre de 2016

Breve reseña histórica, oportunidades y obstáculos - Situación en Pinamar

GACETILLA DE PRENSA DEL FRENTE PARA LA VICTORIA: PRESUPUESTO PARTICIPATIVO

Desde el nacimiento del Presupuesto Participativo en la ciudad de Porto Alegre  en 1989, se ha intentado replicar esta experiencia en diversos municipios de la Argentina con éxitos desparejos. Desde sus inicios en Brasil, el programa creció, se perfeccionó y llegó a ser premiado por la ONU, como una de las mejores experiencias de gestión local. Y, sin perjuicio de las diferencias ideológicas, esta práctica fue difundida por el Banco Mundial y recomendada para el fomento de la buena gobernanza.

  Sin embargo no ha sido fácil que las réplicas de la experiencia tuvieran el éxito de la original. Hubo buenos resultados en algunos lugares y en otros no. Aquí es donde nos queremos detener: más allá de las diferencias políticas, sociales y culturales que hacen que una comunidad sea distinta de otra y con procesos sociales diversos, los escollos fundamentales que conspiran contra la viabilidad del presupuesto participativo son básicamente tres:

  1) La ausencia de una real voluntad política de llevar a cabo un profundo proceso de participación. 

  2) La inadecuada utilización del presupuesto y las dificultades existentes para evaluar las políticas públicas. 

  3) La deficiente construcción de canales de participación ciudadana, que terminan frustrando un proceso colaborativo como el que requiere esta herramienta. 


  Indudablemente, la férrea voluntad política  en mantener y ampliar la participación ciudadana a través del programa de Presupuesto Participativo, pretende “democratizar la democracia”. Ello significa crear mecanismos para que esa democracia “se corresponda a los intereses de la mayoría de la población y de crear instituciones nuevas que posibiliten que las decisiones sobre el futuro sean siempre compartidas”.  

Consideramos entonces que si un gobierno local tiene real voluntad política de llevar a cabo un proceso de participación ciudadana, debe ineludiblemente por una parte diseñar una adecuada utilización del presupuesto y una efectiva evaluación de las políticas públicas, y por la otra, construir canales de participación sólidos a través de procesos de cooperación que involucren a la comunidad.
 Entonces nos preguntamos: ¿Es esto lo que sucede actualmente en Pinamar? Si este programa se aplicara como debiera, los vecinos y vecinas podrían influir en el diseño de políticas o proyectos sociales que implicarían  una mejor calidad de vida para toda la comunidad. Asimismo, la participación popular lograría que los recursos aplicados por el Estado sean transparentes y convaliden la acción de gobierno -además de asumir la responsabilidad en el crecimiento cualitativo que implica la participación en la toma de decisiones.

¿Se terminaron las obras del ciclo 2015? ¿Cuál fue el monto faltante para finalizar las obras y su actualización? ¿Se ejecutó en su totalidad la partida afectada al PP? No tener esta información es contrario al ideal del objetivo buscado.

  Por lo expuesto, criticamos la suspensión total del Presupuesto Participativo 2016. Creemos que se podría haberle dado continuidad, y haber cumplido con el pago de las obras ganadoras en 2015 (suspendidas por falta de pago).

 En síntesis. El Presupuesto Participativo debe ser visto como una valiosa herramienta de planificación presupuestaria, que posibilita el desarrollo de la comunidad, ya que son los mismos ciudadanos quienes saben mejor que nadie cuáles son sus necesidades y prioridades. Pero también tiene que ser un instrumento que permita el seguimiento, control y evaluación de los proyectos ganadores y así poder verificar el cumplimiento de los objetivos fijados. Por otra parte, constituye  un instituto optimizador de la democracia, ya que permite la intervención directa de la población en el proceso de toma de decisiones. 

CONCLUSIÓN. Desde el Bloque del Frente para la Victoria, reclamamos al Departamento Ejecutivo a  que planifique y organice los mecanismos para que se continúe con el PP y se contemple en el ejercicio 2017, en pos del fortalecimiento de la democracia y la participación Ciudadana en la toma de decisiones.

Concejales Gregorio Estanga y Claudio Galarza.

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