Las guardias periodísticas pueden ser tediosas. La ansiedad sobre la resolución a un problema, la espera de noticias, el sufrimiento de los actores de turno, todo ello hacen una combinación que no resulta grata. Sobre todo si se está comprometido con las causas. Pero ello, como todo en esta vida, tiene una cara buena: el encuentro con los colegas es una de ella, la solidaridad en la ida y vuelta de la información, es otra.
Los periodistas o comunicadores, o pseudo comunicadores o simplemente chusmas, no son significativos. Porque lo importante es la noticia, luego el relato, la construcción y la elaboración que refiere a un hecho. Pero estas premisas no son reconocidas por algún personaje chantajista y extorsionador que tuvo (le aclaro tuvo va con V corta, el otro “tubo”, es el de ensayo) relaciones complicadas con alguna que otra empresa que vienen a invertir a Pinamar.
El día de ayer hubo un hecho con el individuo, poco relevante. Un grupo de periodista observaron que durante la guardia que se hacía en las puertas del Municipio, a la espera de novedades del UPA 19, alguien se coló por la puerta de Bunge. Una verdadera pavada, ya que los picaros y vagos existen, existieron y existirán. Como también la perspicacia de los astutos en conseguir una nota, aunque este no sea el caso.
Lo verdaderamente importante fue que en el ingreso por Shaw estaba el Secretario de Gobierno, Guillermo Benitez, devorando su almuerzo y ante la pregunta, por encima de la fuerte guardia que lo custodiaba, de si alguien ajeno a l Municipio había ingresado dijo que: “No vio a nadie”, Mintió, y esto lo verdaderamente importante, sobre todo por la confianza que debe brindar un funcionario en este estrecho vínculo que guste o no, se entabla con la prensa.
El resto… es cartón pintado por más que el ego se le deposite sin cesar en las grasas de su cuerpo redondo y en la ignorancia de su ser.
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