La venta ambulante en playa desató un debate más en el Concejo Deliberante, a partir de una nueva ordenanza que pretende reemplazar a la vigente norma (4675/15), impulsada por bloque del Pro encabezado por Rafael De Vito.
La primera ordenanza que permitió ordenar un circuito playero
que arrastraba un armado de corrupción, en el que estaban involucradas las
autoridades del Departamento Ejecutivo y salpicaba a los intendentes de turno,
se aprobó en el 2014 (OM 4504/14). Pero el año pasado, el 29 de octubre para
ser más precisos, un nuevo texto se imponía en la sala de sesiones del Concejo
OM 4675/15.
Por estos días el debate se trasladó a los medios después de
que el concejal De Vito realizara una embestida contra los integrante Médano
Verde (agrupa a los vendedores de playa) y el concejal, Gregorio Estanga, que
le respondió, en una entrevista realizada por Tito Bausela, calificándolo de
mentiroso.
Ayer, a través de una gacetilla de prensa, el Frente para la
Victoria expuso la problemática, impuso su postura como bloque, marcó las
inexactitudes de De Vito y determinó que el yerro en la dinámica de la comercialización
palayera era la fiscalización y no lo vendedores.
Las diferencias son evidentes y así como pasó en el tema del
tráfico de arena con los ambientalistas, se vuelve a enrarecer el escenario social
y político que tienen como marco el frente marítimo pinamarense y su actividad.
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