domingo, 11 de septiembre de 2016

Dos temas y día extra de la Comisión de Planeamiento

CÓDIGO DE ORDENAMIENTO (COU) Y LA PLANTA DEPURADORA DE LÍQUIDOS CLOACALES  

El jueves próximo pasado la Comisión de Planeamiento que preside el Arq. Augusto Urrizola se reunió fuera de su clásica cita de los martes. El tema que convocó a la  reunión extra, fue la modificación del Código de Ordenamiento Urbano (COU) y la Planta de tratamiento de efluentes cloacales.  

En lo que hace a la modificación del COU, el CAIP presentará una nota en el HCD para que se retrotraiga al proyecto inicial presentado por la institución. Es decir  sin el aporte formalizado por Urrizola y el Arq. Juan Chalde. Al mismo tiempo el Colegio de Arquitecto presentará otra propuesta. En este sentido el presidente de la Comisión no acordó con regresar al punto cero y dejar de lado el trabajo que se realizó.  

Entre los integrantes de la Comisión no hubo acuerdo y se vislumbra la  presentación de proyectos alternativos.

Planta de tratamiento de líquido cloacales 

El segundo tema de la reunión se circunscribió a la planta depuradora de líquidos cloacales y para  el tratamiento de la cuestión se recibió a un grupo de vecinos liderado por el agrimensor Erico Debishopp (ex funcionario municipal del gobierno de Blas Altieri). El reclamo de este grupo de vecinos fue  la recuperación de la obra de la planta que llevara adelante la empresa Aguas Bonaerenses S.A (ABSA) en el frente de la Ruta Provincia N11 en el margen del Partido de General Madariaga. El emprendimiento, a través de un convenio entre los gobierno de Pinamar durante la administración de Altieri y la vecina ciudad en la gestión de Adrián Mircovich, quedó abandonado hace años con la promesa de retomarlo en varias oportunidades. 

Debishopp aclaró en el inicio de su exposición que se presentaban “en función de pueblo avalados por setecientas firmas que prometen llegar a mil. Las rubricas pertenecen a “los viejos pinamarenses, los que construyeron Pinamar”. 

Los fundamentos de un sector de la comunidad  para que la planta de tratamiento se sitúe en Madariaga y no en Pinamar son varios: la gran extracción de árboles por un lado, y  la remoción de arena, por el otro.  A este último se sumó “la falta de controles”, y así lo expuso el profesional que disculpó al  ingeniero Mendia, aunque el mismo tiempo le concedió una pequeña parte de la responsabilidad, acentuando la problemática en el  difícil arte de fiscalizar a las empresas: “No vamos a poder controlar el movimiento de arena”, sentenció Debishopp. 

Otro de los puntos de los vecinos por lo que consideran que la planta no debe implantarse  en Pinamar se remitió al  olor y el aspecto negativo, desde el punto de vista paisajístico con la implantación de “la planta en el corazón de Pinamar”. Debishopp dijo que “se terminarían las expectativas sobre las ampliaciones del Polideportivo y las planificaciones que los profesionales tuvieron respecto del parque urbano, ya sea desde la recreación para las jóvenes pinamrenses, como de divertimento para el turista”. Debishopp también argumentó que no se consultó sobre el uso del espacio a los secretarios de Turismo y Deporte, ni al pueblo.     

Por otro lado pidió a los concejales del oficialismo que se sumen a los ediles de la oposición para establecer un tiempo  que permita a ABSA regularizar su situación y pueda hacerse cargo de la planta  como se proyectó originalmente, incluso indicó que “podría hacerse un acuerdo con CALP para que maneje el líquido de retorno a Pinamar (rebombeo)”.


El concejal mandato cumplido,  Luis Lacave, también hizo uso de la palabra refiriéndose a la historia (como ya es su costumbre) y recordó que “nunca hubo buena comunicación entre los municipios vecinos, salvo para unos pocos tópicos y uno de ellos: fue éste”. Por otro lado acordó con Debishopp en la necesidad de pedir la colaboración a la Provincia de Buenos Aires en retomar la planta ubicada en General Madariaga, y aventuró que “así como no fueron confiables muchas de las empresas estatales, hoy se están resolviendo. Por lo que podría esperarse lo mismo de ABSA”.  

Los vecinos plantearon que nunca se hizo un estudio ambiental en tierras pinamerenses, en cuanto  al sector  adecuado de la implantación de la planta de tratamiento con el menor daño ambiental, como sí sucedió en Madariaga. Analizaron que se proyectó en un loteo cuya obtención se produjo tras una transacción con Pinamar S.A. por el emprendimiento de Villa del Mar.

Según explicaron los ediles oficialistas el análisis hoy es técnico y el  ENOHSA se encuentra analizando: los proyectos de la CALP y el presentado por el bloque de ProPin a fin de determinar  el mejor proyecto.

Pero la inquietud de los vecinos se orientaban a la realidad de que cualquiera sea el proyecto el debate se centra en la implantación, un punto  en el que el oficialismo no acordó con la oposición y los vecinos.

Opiniones de los concejales de la oposición 

Juan Ocampo (Compromiso Pinamar) declaró estar de acuerdo con la construcción en Madariaga, pero que la historia había marcado la imposibilidad. 

Gregorio Estanga (FpV) planteó la solicitud de un estudio de impacto ambiental sobre la región, para analizar cada uno de los factores, incluyendo “La Mansa”. Porque con estos estudios se hablan de expresión de deseos y no de realidades. 

Dos Santos (Kolina) comentó que el proyecto se inició en Madariaga por un motivo, aclaró que los estudios solicitados por Estanga, existen y solo hay que buscarlo. Destacó, además, que donde se encuentra  la laguna de derrame es un lugar muy contaminado e irrecuperable. 

Guillermo Migliorini (ProPin)  aclaró que la ubicación de la planta conviene en Madariaga pero que esto es una decisión política, y que es fundamental trabajar en ese sentido.

Argumentos del oficialismo

Augusto Urrizola (UCR), quien hoy por hoy es el edil que maneja la agenda de Gobierno por encima de los concejales del Pro, fue el último en exponer.  El edil explicó a los vecinos, que apenas asumió en su función se entrevistó con el Intendente y el Ing. Bruno Nicollini para tratar el tema de la planta. En esa oportunidad se consideraron ambas localizaciones, sobre todo para aprovechar la construcción y la inversión realizada por ABSA (empresa mixta y provincial).  Pero al recurrir al ENOHSA (organismo nacional), cuyo administrador es un visitante asiduo de Pinamar, se encontró que  existen reclamos importantes del Banco Mundial (BID: financiador ) por la mala praxis en la operación de las plantas que lleva adelante el personal de ABSA en el segundo cordón del Conurbano. Urrizola indicó: “Hasta se han desaguazado equipos para llevar a otras plantas”. 

Por otro lado, esclareció que “la empresa provincial a través del Ministerio de Infraestructura provincial invertirá capital solo en las obras donde operen el servicio. En tanto, lo que propone la Nación a través de ENOHSA es el aporte de dos terceras partes, y del tercio restante se tomará las tierras donde se realice el emprendimiento en parte de pago. De esta manera es costo cero”, subrayó Urrizola. 

El concejal resumió que la realidad lo llevó a replantearse la situación. Porque hoy “no ve posibilidad alguna de que la Provincia financie obras en las que no preste el servicio”. Y apuntó: “Pinamar no es un lugar concesionado por ABSA”. Sin embargo Urrizola determinó: “Si en lo inmediato se lograra la construcción de la planta en Pinamar con un proyecto mejorado y en un mediano plazo se retoma la de ABSA, ambas plantas podrían ser complementaria en función de un crecimiento mayor al rango de desarrollo proyectado”. 


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