jueves, 28 de junio de 2018

El romance político entre Yeza, Dos Santos y Ponce


OTRO INSTRUMENTO DE YEZA PARA COACCIONAR A LOS CONCEJALES DE LA OPOSICIÓN: CONOCÉ LA HISTORIA QUE ESTÁ DETRÁS DE LOS UMBANDAS QUE SOBREVIVEN A TODO  

JJ Dos Santos, Martpin Yeza
y la asesora de Ponce.
Desde que la pareja del ex concejal Juan José Dos Santos,  ingresó al Concejo, como concejala suplente de Claudio Galarza, no ha hecho más que entorpecer la labor legislativa del HCD. Usa la Comisión de Legales, presidida por Lucas Ventoso, para presentar los planteos más descabellados, que se dirigen siempre en  contra de los concejales de Unidad Ciudadana-FpV y sobre todo contra la presidenta del Concejo Deliberante, Gabriela Ferretti.

Nora Ponce trabaja con Cambiemos sin ningún tipo de tapujo, desde la banca del FpV, banca que deshonra con la traición de los impune. La edila no poseería  título secundario, aunque algunos aseveran que lo compró en un remate estudiantil, la fuente no oficial.

Las capacidades  destructivas de la pareja no tienen límite y someten a sus seguidores con distintas promesas, que van desde un puesto en el Municipio (con la colaboración de Panzieri), un comodato de tierra, una personería jurídica, ladrillos que supieron venir  de la mano de Rafael De Vito y otras yerbas.  

Dos Santos trabaja en Jefatura de Gabinete desde allí maneja las instituciones intermedias con miras a las elecciones 2019. Por otro lado, Ponce afianza su relación con las mujeres de Cambiemos en el Concejo. Aunque con Camila Merlo mantiene una disputa con tintes competitivos, quizás sea porque ambas  pasaron por área de Desarrollo Social  y se sacan chispas cuando se tratan esos temas.

La pareja, practicante de la religión umbanda, maneja una estrecha relación con Diego Uribe. Ponce se dedicaría a grabar todas las conversaciones que se dan en la comisiones y se la pasa al mediático relator de la realidad virtual. Él mismo se jacta de poseer dichas grabaciones. Pero para embarrar aún las mas la cancha, Dos Santos, de exculpando a su mujer, versiona  que quienes pasan el chivatazo son los jóvenes asesores del Bloque Cambiemos. De ser así, entonces, el que da la orden de grabar a los ediles es De Vito

Hay un hecho que forma parte del anecdotario de disparates de las andanzas de Ponce. Ocurrió cuando la asesora  fue descubierta con la manos en la masa tratando de amedrentar a la presidenta, a través de una publicación procaz. En medio de una sesión con todo lo que ello implica, la asesora envió un panfleto  a la impresora de uno de los empleados del Concejo para que se imprimiera. Lo estúpido fue que el volante salió del correo personal de la asesora (en realidad el de su marido), lo que la dejó en evidencia. ¿Además, tonta...? Esto no termina acá. Cuando Ferretti descubrió la situación con el panfleto en la mano y delante de los ediles, Ponce se hizo la desentendida y le prometió que tomaría cartas en el asunto delante de la asesora, como si de una niña traviesa. ¿Descaro? ¿Cinismo? No, Ponce.

Norita estuvo a cargo de la Secretaría de Acción Social durante la administración de Pedro Elizalde, desde allí manejó los hilos de la vulnerabilidad con el reparto de los bolsones de comida, u otro elementos que debe proveer el Estado para paliar la pobreza. Los vecinos señalaron como, según la relación que mantenían con el necesitado, otorgaba el beneficio a cambio de votos. Una dirigente social confirmó en ese momento como la pareja se hacía  de materiales de la construcción que provenían de La Nación y los acopiaba en el galpón rudimentario de una puntera política en la localidad de Ostende cercano a la ruta. 

El rol de Nora Ponce en el Concejo se circunscribe a  perseguir a la presidenta con sus demandas caprichosas apelando a una sin sentido que colisiona con el sentido común, ahora es aconsejada por la abogada peronista,  Gabriela Mulet, quien merece un capítulo aparte en esta bizarra historia. Mulet fue asesora de Galarza y lo asesoró como letrada en todo el primer periodo de la denuncia penal junto al abogado Claudio Baque. Inclusive, habría cobrado  honorario que nada tenían que ver con los haberes de asesora. Cuando ingresó Ponce, Mulet debió dejar el espacio por razones obvias. Entonces la abogada  ideó un planteo  de lo más descabellado con la pretensión de envolver r a la presidenta del HCD y al bloque del FpV  en un supuesto perjuicio laboral. Y fue ahí cuando se accionó el mecanismo Uribe, quien en su programa radial, en Radio 10 (local), se dedicó a pasar audios en donde claramente se le explicaba su situación contractual con la Municipalidad. Pero Uribe se empeñó en tergiversar el audio a través de sus dichos. La maniobra del mercenario periodístico fue tan burda como las dos peronistas que hasta hace poco se odiaban.


Algunos aseguran que Ponce y Dos Santos  son los mandaderos del concejal De Vito (que hoy se encuentra nuevamente de licencia). Pero la relación estrecha viene por el lado de Martín Yeza, quizás porque los tiempos de De Vito en la política se acortan cada vez más.

Pinamar tiene una larga tradición de malas prácticas políticas que las nuevas generaciones de políticos no han podido desechar. Y Yeza no ha querido.

A pesar del oscurantismo, Dos Santos es un bocón jactancioso, a tal punto que cuando se inició el derrotero legislativo con su mujer a la cabeza, pregonó a los cuatro vientos que obtendría el espacio físico (bloque) de los radicales para su mujer. Y después iba a ir por la presidencia del HCD. Ese es el verdadero acuerdo entre la pareja umbanda  y el Intendente de Pinamar, empantanar las acciones de los ediles de la oposición, los usa como herramienta de coacción y para ello: Ponce y Dos Santos son capaces de cualquier cosa.

1 comentario:

  1. Que verguenza con esta pareja lo peor pero la culpa es del gobierno municipal pero como todo en la vida lo malo es imprescindible termina

    ResponderEliminar