“DURAS IMPUTACIONES CONTRA EL SECRETARIO DE DESARROLLO SOCIAL, EDUARDO CANITROT,
EN UNA NOTA PUBLICADA EN
EL SEMANARIO PIONERO DE PINAMAR, BAJO EL TÍTULO: LA MÁSCARA, DETRÁS DE
UN HITO HISTÓRICO. A ESTO SE SUMA PREOCUPACIÓN POR LA RESPONSABILIDAD DEL CARGO
Tal
como PinamarInfo informara, tiempo atrás, los tejes y manejes del veterano de
Mavinas para beneficio propio (título: “Eduardo Canitrot: Usos y abusos”), el
Semanario Pionero publicó una nota en la que devela la mala gestión de un
hombre que supo negociar con el poder de turno por amiguismo y bajo la condición
de ex combatiente de Malvinas. Trabajó políticamente primero para Blas Antonio
Altieri y, en una continuidad de la historia, ahora lo hace para Martin Yeza.
El
punto de partida es un dictamen de la Asesoría
General de Gobierno en la que le señala a la Municipalidad Pinamar que el
Secretario Canitrot debía devolver el adelanto jubilatorio que percibió por más
de tres año al acogerse al beneficio
previsional de ex combatiente (Decreto 0737/12). A esto se le suma que el muy amigo
de Jorge Yeza (padre del Intendente) y
compañero de andanzas, cuando corrieron a trompadas a los periodistas de CQC y
el ex combatiente gritaba “este es mi acto no tenés derecho” (aunque en
realidad defendía a su padre político: Altieri), interpuso una impugnación a la
decisión (no quiere devolver el dinero). Ante la maniobra Asesoría Letrada de
la Municipalidad, bajo la tutela de Martin Rapallino, respondió al planteo con
un rechazo rotundo a través del Decreto 0048/17.
Las
diligencias administrativas sobre el tema haberes se activaron cuando por el
Decreto 475/16, Yeza dejó sin efecto el Decreto 737/12 y se ordenaba lo
reincorporaba de Canittor a la planta
permanente como agente 8, y reserva de este cargo se lo nombró Secretario de
Desarrollo Social. A un año de este acto administrativo no devolvió un solo
peso al erario municipal.
La
nota de Pionero lo define como “un funcionario de bajo perfil, que
inexplicablemente sigue ocupando el cargo en un área de profunda raigambre
política y que tras haber logrado el
alejamiento de una decena de colaboradores de la primera hora, sus funciones
crecen”. Por otro lado destaca como “la condición de veterano de Malvinas fue
utilizada en diversas oportunidades para ir consiguiendo beneficios personales
que cualquier otro funcionario municipal o empleado no hubiese obtenido”. Y sostiene
que “los cuestionamientos a Eduardo Canitrot, más allá del devenir de su
secretaría, están relacionados con su persona, ya que ha ejercido como
funcionario en más de una ocasión (en Producción y en el Cementerio, siempre
para Blas Altieri) y en cada una de ellas ha tenido conflictos, los que se han
solapado tras la fachada de ex combatiente”.
Preocupación
por la función
“A
cargo de este funcionario, el manejo de Desarrollo Social recibió críticas casi
desde el comienzo. Constantes inasistencias a su puesto de trabajo (es muy
común cruzarlo por la calle corriendo o subiendo fotos a las redes sociales de
diferentes maratones en que participa en horarios de trabajo), ineficiencia,
inacción, desorganización y fundamentalmente falta de colaboración con otras
áreas fueron algunas de las acusaciones recibidas. Se sabe de la capacidad y el
trabajo de las asistentes y del equipo en general; sin embargo, la falta de
conducción significó que muchos de los esfuerzos individuales se vieran
superados, por lo que hubo fallas en las visitas necesarias para la entrega de
becas, y lo mismo sucedió con las Comisión de la Vivienda, que sufrió las
desinteligencias del área, lo que a su vez retrasó muchas decisiones,
incluyendo las gestiones por las viviendas para los habitantes de La Palangana,
de las que, según se dice por los pasillos, se ufana de haber conseguido y de
las que las mismas fuentes indiscretas indicarían que casi se pierden por falta
de seguimiento” refleja Pionero.
En la
actualidad, Eduardo Canitrot cobra un sueldo de $51.324, 45 como Secretario de Desarrollo
Social, más un subsidio como ex combatiente de Malvinas por $13.807,78
mensuales; se lo exime de pagos de tasas y tributos inherentes a Habilitación
Comercial, esto sin contar los diferentes subsidios que percibe del gobierno
nacional. Pero no quiere devolver el anticipo
jubilatorio que adquirido en la época que se desempeñaba como director del
Cementerio por el Decreto 737/12, que le permitió acogerse a la ley que
confiere beneficios previsionales a los ex combatientes de Malvinas. Entonces
se amparó en el anticipo jubilatorio del 60% del sueldo más bonificaciones y el
100% del subsidio de la Ley 12.875. Al mismo tiempo también se le liquidaron
las vacaciones no gozadas de 28 días de 2011.
El área
de Desarrollo Social hace agua por todos
lados y no precisamente por los temporales. Sin eficacia y sin méritos
Yeza sostiene a Canitrot solo por inflar los globos y haber hecho el trabajo
sucio, cuando protestó con mucha prensa frente a la intendencia por retrasos en el pago del subsidio de ex
combatiente.
La nota
del Semanario Pionero subraya que “por su
accionar han quedado fuera del juego valiosos colaboradores de la campaña”, así
como una libertad exagerada que goza Canitrot a la hora de trasladarse para “competir
en su pasión por el atletismo”.
La investigación
sobre los haberes de Canitrot se realizó a partir de una comunicación del
Concejo Deliberante, dirigida al DE, que se originó en la Comisión de Asuntos
Legales. El mismo Concejo que por Ordenanza 3440/07 le otorgó la condición de “Ciudadano
Ilustre”. Situación que lleva a repensar al periodista del semanario si no “habría
que hacer una tarea de labor legislativa previa para que no ocurran estos casos”.
Por otro
lado para quien suscribe las dudas son más incisivas y si se hace un recorrido
de la vida ciudadana y política de Eduardo Canitrot durante estos años que
lleva décadas nos lleva a preguntarnos: ¿Qué clase de soldado habrá sido Eduardo
en un contexto tan terrible como la perversa Guerra de Malvinas?
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