OTRO INSTRUMENTO DE YEZA PARA COACCIONAR A LOS CONCEJALES DE
LA OPOSICIÓN: CONOCÉ LA HISTORIA QUE ESTÁ DETRÁS DE LOS UMBANDAS QUE SOBREVIVEN
A TODO
JJ Dos Santos, Martpin Yeza y la asesora de Ponce. |
Desde que la pareja del ex concejal Juan José Dos Santos,
ingresó al Concejo, como concejala
suplente de Claudio Galarza, no ha hecho más que entorpecer la labor legislativa del HCD.
Usa la Comisión de Legales, presidida por Lucas Ventoso, para presentar los planteos más descabellados, que se dirigen siempre en contra de los concejales de Unidad Ciudadana-FpV y sobre todo contra la presidenta del Concejo Deliberante, Gabriela Ferretti.
Nora Ponce trabaja con Cambiemos sin ningún tipo de tapujo,
desde la banca del FpV, banca que deshonra con la traición de los impune. La edila no
poseería título secundario, aunque
algunos aseveran que lo compró en un remate estudiantil, la fuente no oficial.
Las capacidades destructivas de la pareja no tienen límite y
someten a sus seguidores con distintas promesas, que van desde un puesto en
el Municipio (con la colaboración de Panzieri), un comodato de tierra, una personería jurídica, ladrillos que supieron venir de la mano de Rafael De Vito y otras yerbas.
Dos Santos trabaja en Jefatura de Gabinete desde allí maneja
las instituciones intermedias con miras a las elecciones 2019. Por otro lado, Ponce afianza su relación con las mujeres de Cambiemos en el Concejo. Aunque con Camila
Merlo mantiene una disputa con tintes competitivos, quizás sea porque ambas pasaron por área de Desarrollo Social y se sacan chispas cuando se tratan esos temas.
La pareja, practicante de la religión umbanda, maneja una estrecha relación con Diego Uribe.
Ponce se dedicaría a grabar todas las conversaciones que se dan en la
comisiones y se la pasa al mediático relator de la realidad virtual. Él mismo
se jacta de poseer dichas grabaciones. Pero para embarrar aún las mas la cancha, Dos Santos, de exculpando a su mujer, versiona que quienes pasan el chivatazo
son los jóvenes asesores del Bloque Cambiemos. De ser así, entonces, el que da la orden de grabar a los ediles es De Vito
Hay un hecho que forma parte del anecdotario de disparates de las andanzas de Ponce. Ocurrió cuando la asesora fue descubierta con la manos en la masa tratando
de amedrentar a la presidenta, a través de una publicación procaz. En medio de una
sesión con todo lo que ello implica, la asesora envió un panfleto a la impresora de uno de los empleados del Concejo para que se imprimiera. Lo estúpido fue que el volante salió del correo personal de la asesora (en realidad el de su marido), lo que la dejó en evidencia. ¿Además, tonta...? Esto no termina
acá. Cuando Ferretti descubrió la situación con el panfleto en la mano y delante de los ediles, Ponce
se hizo la desentendida y le prometió que tomaría cartas en el asunto delante de la asesora, como si de una niña traviesa. ¿Descaro?
¿Cinismo? No, Ponce.
Norita estuvo a cargo de la Secretaría de Acción Social durante
la administración de Pedro Elizalde, desde allí manejó los hilos de la
vulnerabilidad con el reparto de los bolsones de comida, u otro elementos que debe
proveer el Estado para paliar la pobreza. Los vecinos señalaron como, según la relación que mantenían con
el necesitado, otorgaba el beneficio a cambio de votos. Una dirigente social confirmó
en ese momento como la pareja se hacía de materiales de la construcción que provenían
de La Nación y los acopiaba en el galpón rudimentario de una puntera política
en la localidad de Ostende cercano a la ruta.
El rol de Nora Ponce en el Concejo se circunscribe a perseguir a la presidenta con sus demandas caprichosas apelando a una sin sentido que colisiona con el sentido común, ahora es aconsejada por la abogada peronista, Gabriela Mulet, quien merece un capítulo aparte
en esta bizarra historia. Mulet fue asesora de Galarza y lo asesoró como letrada en todo
el primer periodo de la denuncia penal junto al abogado Claudio Baque. Inclusive, habría cobrado honorario que nada tenían que ver con los haberes
de asesora. Cuando ingresó Ponce, Mulet debió dejar el espacio por razones
obvias. Entonces la abogada ideó un planteo de lo más descabellado con la pretensión de envolver r a la presidenta del HCD y al bloque del FpV en un supuesto perjuicio laboral. Y fue ahí cuando
se accionó el mecanismo Uribe, quien en su programa radial, en Radio 10 (local),
se dedicó a pasar audios en donde claramente
se le explicaba su situación contractual con la Municipalidad. Pero Uribe se empeñó
en tergiversar el audio a través de sus dichos. La maniobra del mercenario periodístico
fue tan burda como las dos peronistas que hasta hace poco se odiaban.