sábado, 1 de junio de 2019

El Gobierno municipal autorregularía los actos de corrupción


FINALMENTE GUILLERMO BENITEZ DEJÓ EL CARGO AL FRENTE DE LA SECRETARIA DE GOBIERNO. MIENTRAS EL SECRETARIO TRANSITABA SU ÚLTIMA SEMANA, VENTOSO ANUNCIABA UNA DENUNCIA POR CORRUPCIÓN. LAS CAUSAS SIGUEN SIENDO UN ENIGMA

Ayer fue el último día en funciones del Secretario de Gobierno, Gillermo Benítez, luego que, exactamente, una semana atrás trascendiera su renuncia, por razones que se fueron despajando a lo largo de la semana. El motivo se ciñe a la denuncia por posibles actos de corrupción, cuya presentación en la justicia estuvo a cargo de  Lucas Ventoso. Las cusas no se conocen todavía.   
En una nota con el semanario Pionero el concejal de UCR- Cambiemos, Lucas Ventoso, dijo que a partir de la data de los propios empleados municipales investigó a Guillermo Benítez durante un tiempo prolongado. Y que luego de la recolección de pruebas, con un  número significativo de elementos,  le dieron la certeza de la responsabilidad del secretario de Gobierno en graves hechos de corrupción.

Ventoso manifestó que luego llamó al intendente y al secretario de Gabinete para ponerlos en conocimiento de la situación y los elementos de prueba, a lo cual le respondieron que  “siguiera para adelante”.

Fue así que el sábado 25 de mayo trascendió a los medios la renuncia de  Guillermo Benitez, el secretario de Gobierno que fue interpelado por la oposición en 2018 (también con denuncias penales del bloque de Propin) en el marco de la colocación de puestos truchos de playa den Cariló. La maniobra resultaba bizarra a la luz de los hechos, pero según las prácticas de la corrupción evidenciaba  un modus operandi que linda con cierta impunidad. En ese momento la oposición no logró vincular por completo al secretario con los hechos, quizás porque contaba con el apoyo del Gobierno, no así  Sebastián Manrique, a quien se le aceptó la renuncia. Mientras que a Pablo Bertozzi, otro implicado, se lo separó del área, quedándose  solo con la Dirección de OMIC.   

Para Ventoso esto es “un hecho histórico para Pinamar, incluso para la política local”. Y planteo al semanario Pionero que “debería ser habitual ante un hecho de corrupción”.

De esta manera el oficialismo regula su propia corrupción. Ventoso garantizaría la transparencia mientras  el intendente Yeza y el jefe Gabinete Panzieri son las víctimas de los malos funcionarios.
Esta historia se repitió con la corrupción denunciada en el Hospital Comunitario sobre las horas extras de los médicos y la posible implicancia del director del nosocomio, Pablo Zenon. En el supuesto delito (con 13 imputados) hubo un intricado de funcionarios que salpicaba a otro Benitez (Jorge, el secretario de Salud). Además se sumó la ceguera del Gobierno, después que el propio Intendente, al asumir en la función en 2015, instalara su despacho en el Hospital. El Dr. Pablo Zenón también había sido denunciado por el Bloque de ProPin por el ejercicio de médico anestesista sin título habilitante y lo cuestionaban por el manejo de las horas de guardia de los médicos y la función de éstos. En ese momento (verano del  2018) el oficialismo sin excepción defendía a capa y espada a al Dr. Zenón antes de caer en desgracia.     


Ventoso mantiene un gran hermetismo respecto de los delitos denunciados, a la espera del accionar del Ministerio Público Fiscal, y entonces así, una vez que haya certeza, planea una conferencia para dar a conocer a los medios los enigmáticos motivos. En medios de los trascendidos of de record, se antepone “el manejo de horas extras” y Benítez no sería el único implicado.

No se puede negar que un año electoral la espectacularidad del anuncio presenta un escenario favorable a Yeza, presentándolo como una víctima, traicionado por un amigo del gran equipo que supo conformar y a la vez un mandatario bueno y trasparente que solo acompaña a los funcionarios amigos hasta la puerta del cementerio.



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