PEDIDO DE INFORME: “UNA PRUEBA IRREFUTABLE NO ACEPTA MÁS QUE
UNA INTERPRETACIÓN. CUALQUIER OTRA POSIBILIDAD. MÁS QUE UN ERROR, IMPLICA UNA
COMPLICIDAD O ENCUBRIMIENTO”
El lunes, en el Concejo Deliberante se llevó adelante la sesión especial convocada
por la presidencia en cumplimiento de la ordenanza votada por mayoría, y por la
cual se solicitaba el pedido de informe al intendente Martín Yeza para que
explique a la comunidad las irregularidades en el área de Fiscalización,
denunciadas por la oposición, sobre la
instalación de puestos de playas en la localidad de Cariló de manera ilícita.
Como estaba previsto el Intendente no asistió, en su lugar
vino el funcionario responsable del área, el
secretario de Gobierno, Guillermo Benítez. Tampoco asistió el director de
Fiscalización y tío de Martin Yeza, Pablo Bertozzi, quien (para los ediles) está íntimamente
ligado a las denuncias ya sea por acción u omisión.
El concejal Guillermo Migliorini fue quien condujo la interpelación
y narró los hechos en torno a los dos
chiringos. Uno de los chiringos en cuestión se encontraba en las inmediaciones
del Hotel Puerto Pirata de la empresa
Demi Ford S.A., cuyo representante legal
es el padre del ex Subsecretario de Inspección General, Sebastián Manrique.
Esta identificación se desprende de las declaraciones del encargado del mencionado puesto de playa, Rodrigo
Ariel Chaparro, quien aseveró ante los ediles cuando fue contactado: “Nos
corrimos al espacio privado de playa, ya arreglé con Manrique”. El otro puesto,
a cargo de Matías Maximiliano Astarada, se encontraba próximo al Hotel Marcin. Astrada,
les declaró a los concejales que el chiringo
dependía del Hotel Marcin, a lo cual los directivos, mediante un descargo,
desmintieron toda vinculación con el ilícito. Del expediente se desprende que
Astrada es reincidente, no solo tuvo un chiringo en Cariló en la temporada 2018,
sino que instaló otro en Mar de Ostende en la temporada 2017 por el cual se le
cobró una multa al finalizar la temporada. Por otro lado los interpelantes establecieron que Astrada mantuvo o mantiene una estrecha relación con los funcionarios de Cambiemos y con el propio intendente.
Pese al aplomo del Secretario y la serenidad en las
respuestas, Benítez respondió de manera insuficiente y lo que ProPin se había
propuesto quedó demostrado: Manrique y Bertozzi sabían de la existencia de los
chiringos no solo por la relación con los que realizaban el ilícito, sino porque
antes del 6 de febrero (momento en que
los ediles descubrieron los puestos), Bertozzi ya había tomado conocimiento del
fraude por la denuncia de vecinos de Cariló que consta en los reclamos
municipales por internet. Y se agrava, a aún más cuando el 26 de febrero el área de Fiscalización no había obrado en consecuencia, ni en la clausura ni en el decomiso de la
mercadería. En este punto quedó de manifiesto que los inspectores fueron, cuanto
menos, “negligentes” en el accionar con la confección de las actas. Pero Benítez
igual exaltó el trabajo de “los tres o cinco” inspectores que actúan, aunque no hayan visto desde la playa distal el emplazamiento de los chiringos, ambos
ubicados a la vera de las distintas pasarelas de ingreso a la playa de Cariló.
En lo que se refiere a la habilitación del Hotel Puerto Pirata,
el Secretario estuvo evasivo saliendo por la tangente y salvaguardando a Bertozzi. El tío del intendente emitió en el expediente un informe por el cual declara la existencia de la habilitación del hotel de la familia de
Manrique, afirmación que se contraponía con el informe de la Directora de Habilitaciones
que rubrica en el expediente que no existe habilitación alguna. Benítez se exculpa
aduciendo que “arrastran vicios de Gobiernos anteriores” y le echo la culpa al sistema
operativo de la Municipalidad. Porque según él desde la gestión de Hernán Muriale,
ya figuraba en el sistema la habilitación inexistente del hotel.
Tanto los ediles de ProPin como los del FpV-UC exigieron que se separe del cargo a Pablo Bertozzi, independientemente del alejamiento de
Manrique, por considerarlo partícipe y conocedor ineludible de los hechos. El secretario respaldó el buen
trabajo de Bertozzi y su función, negando categóricamente la petición. En respuesta
le dijo a Migliorini que él “pretendía arrogarse como el Intendente debía armar
su gabinete”. La afirmación deja plantado un interrogante: ¿Bertozzi trabajaba para la corona?”.
Por su parte el bloque del FpV-UC, en base a la respuesta del interpelado, concluyeron “que la
falta de reglamentación de los nueve puestos de reposición de gaseosas, la
insuficiente cantidad de inspectores, y
la anunciada falta de presupuesto, dio como resultado por parte del Gobierno de
Yeza una buscada venta ambulante desordenada y marginal, con la consecuente
propuesta de una nuevo proyecto (de Rafael De Vito) que modifique la venta ambulante a la medida
de Cambiemos”.
La Sesión se desarrolló en el marco del respeto a pesar del disenso, sacando alguna que otra intervención. El recinto estaba completo, divididos
entre funcionarios, empleados municipales, vendedores de playa y personajes rentados
que habría llevado Cambiemos. Mario Melo denunció de su cuenta de face a los infiltrados
que fueron a la interpelación para
defender el proyecto de Rafael De Vito ya los que se habrían pagado la suma de
400 pesos. Pero en la calle la cosas no estuvieron tan calmadas la policía coacciona a los vendedores de playa que no estaban alineados con el gobierno, impidiendo en algunos casos el ingreso al Concejo.
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