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Maximiliano Santini, candidato a concejal de ProPin |
El Expte: 1359/12, titulado: "HABILITACIÓN DE “LA REDONDA" que contiene en Fs. 39 -Ubicación de La Redonda: nomenclatura catastral, circ. IV, sec. RU, parcela 6AF, partida municipal 37341. Y que en Fs. 41 – el Informe de Planeamiento: La Redonda no cuenta con planos aprobados. No se han culminado con los servició de infraestructura. No posee título definitivo. No existe zonificación, la parcela es rural y es un macizo sin subdividir. Que luego en Fs. 53 - Con fecha 3 de junio de 2013, Oscar De Arberas indica y ratifica en su informe que La Redonda no tiene los datos catastrales aprobados. Y que finalmente en Fs. 59 -El día 19 de julio de 2013 la Municipalidad de Pinamar le entrega la habilitación a Santini.
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Complejo "La Redonda" |
Pero la realidad está muy lejos la utopía que remite a un Pinamar poseedor de un gobierno o un legislativo honesto. Y ello sí que merece una reflexión aparte.
Está claro que ProPin no es más ni menos que una escisión del MUPP. Y como tal, ideológica y operativamente son lo mismo. “Comerciante”, o si prefieren “empresarios” (para quien suscribe el calificativo es exagerado), poseen un modus operandi que lleva décadas y que a fuerza de “chupar de la teta del Estado municipal” muchos de ellos (por no decir todos) han conseguido amasar parte del capital que ostentan más de uno.
El expediente 1359/12 que contiene la habilitación de “La redonda”, un complejo de recreación ubicado camino al Cementerio y que pertenece a Maximiliano Santini (que también es o fue proveedor del Estado por medio de su comercio de luminaria: “Casa Santini”), mostraría la impunidad en función del amiguismo que es tradición en Pinamar, ya que por medio de esta práctica, Don Blas siempre consiguió los votos, propios y ajenos, para perpetuarse en el poder y así lograr de mucho de sus votantes: verdaderos cómplices. Esta también es la razón por la cual los dineros del Estado nunca alcanzaron para tener un Municipio digno si de distribución equitativa hablamos.
La existencia de este expediente que circula en manos de adversarios políticos seria la verdadera razón por la cual Maxi (para los amigos) Santini no participó del debate organizado por el conductor Tito Bausela. A lo que seguramente se le sumó su deslucida participación en el debate organizado por la Sociedad de Fomento de Ostende.
El candidato más votado prefirió enfrentar la inferioridad manifiesta; morder el polvo y huir de la contienda política (pero no mutis por el foro) antes de exponerse a la verdad de los hechos, que lo hubieran mostrado como el hombre que como tantos otros se beneficiaría a costa del Estado y la comunidad.
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