sábado, 5 de mayo de 2018

Reclamo ciudadano

LOS VECINOS DE PINAMAR SE AUTOCONVOCARON EN UNA AUDIENCIA PÚBLICA PARA RECLAMARLE AL INTENDENTE SOBRE LA PRESIÓN TARIFARIA EN LOS SERVICIOS 

Poco más de sesenta realizaron ayer al filo del mediodía una convocatoria que denominaron "Audiencia Pública" en la puerta del palacio municipal. El reclamo se concentraba en los tarifazos de los servicios públicos y la inacción del Intendente Yeza, a partir de la consideración de que el jefe comunal pertenece a la misma administración nacional y provincial. 

Si bien todos son conscientes que el régimen tarifario se encuentra bajo cuerda de la Nación en el caso del gas y la Provincia sobre la tarifa de luz, la acción política es el único camino que le queda a la ciudadanía en tiempos no electorales.  

Los reclamos que más se repitieron fue el pedido de  tarifa social para las familias de menores recursos. Un joven con discapacidad expuso “Yo, que cobro 5.220 pesos, estoy pagando 1.500 pesos de luz. Es muchísimo. Y tengo amigos que trabajan en CALP, que ganan 100.000 pesos y no pagan nada”.

Otro vecino, Mario Di Santis, propuso que los vecinos autoconvocados se organicen, “y para esto tenemos que ser una persona jurídica, una confluencia de pareceres”. “A mí, la Municipalidad, como discapacitado, me quiere cobrar. Es una maña. Porque todos los años tenemos que hacer la gestión para ser discapacitado. ¿Por qué tengo que venir todos los años? Eso no es una medida administrativa, sino abuso de poder”. En cuanto a la  facturas, dijo “que me expliquen las descomunales cifras para sueldos de 10 o 12 mil pesos... Cómo puedo pagar 16.667 pesos de gas si gano 16.660... Si no, me la sacan de la caja de ahorro, o me embargan el sueldo. A mí me pueden sacar hasta un 25% del sueldo y, sin embargo, hay entidades que me sacan el sueldo entero. De luz me vino 4.304 pesos... Yo propongo que, en la próxima reunión, se trate esto de conformarse en una agrupación”.

Otra vecina, de nombre Teresa, fue breve y concreta: “Soy jubilada, mi marido también, cobramos 7.000 pesos cada uno, y con 14.000 no llegamos a fin de mes. Si suben todo, que suban los sueldos. Si no, que no suban nada. ¿Dónde vamos a ir a parar? Lo único que les pido es que hagan algo, porque el pueblo no puede vivir así”.


Gonzalo Varela, nacido en Pinamar, dijo que “estamos en un momento muy álgido, en donde hay mucha gente que no puede pagar la luz este mes. Vivir en la penumbra es salir de la civilización actual. No tener gas es lo mismo. Tenemos que aunar las fuerzas de todos y tratar de que los organismos a cargo bajen la tarifa de alguna manera. Porque si bien nosotros no podemos acceder a la luz, hay gente que sí, y nos está acompañando en este momento. Conozco a mucha gente acá que está en situación crítica, que ya está pensando la semana que viene qué hacer: comer o pagar las boletas que son confiscatorias y prohibitivas para un pueblo en el que, hoy por hoy, los sueldos no están subiendo lo mismo que las economías. No puede ser que un litro de leche valga 24 o 25 pesos. Hay una chica acá que está sin laburo, tiene seis chicos y le llega 3.000 y pico de luz. ¿Adónde vamos con esto? Al desborde social, que es lo que ellos quieren, para poder hacer borrón y cuenta nueva como hicieron en 2001 y nadie dice nada, nadie pregunta nada. Se están robando 500 millones de dólares diarios y vemos que hay miles que están en la misma, que no pueden pagar la luz”.

Estela Patiño, de nacionalidad paraguaya, vive desde hace 40 años en Pinamar. “He pasado momentos terribles, y ahora es el peor momento. Mis hijos nacieron acá, crié a cuatro chicos sola con mucho esfuerzo. Hoy están grandes y se las arreglan. Pero a duras penas también. Hoy estoy sola en mi casa. Pago de luz, bimestre anterior, casi 8.000 pesos, de gas 4.000 y algo de pesos. Este bimestre me puse contenta: pagué de luz 5.200 pesos. ¿Es lógico ponerse contento por eso? De gas casi 2.700 pesos”.

“Creo que es una total falta de respeto a la dignidad humana. Sinceramente hoy no iba a hablar, porque hoy no tengo mi remedio para mi epoc. Dicen que es leve, pero tengo dos infartos encima. No tengo obra social, no tengo PAMI, ni carnet de discapacidad. Absolutamente nada. Hace tres o cuatro años vendía chipa en la calle, para poder solventar esto y no pedir nada a mis hijos. Siempre fui muy orgullosa. Hoy me siento totalmente desahuciada. Tuve que ir a pedir mercadería a Acción Social, porque no quiero molestar a mis hijos, porque ellos a duras penas están llegando a fin de mes”.

“Les pido, a los que pueden pagar, solidaridad con los vecinos, con los niños. He visto muchísima gente sufriendo, y están peor que yo sufriendo. Que a veces no tienen ni un plato de comida en la mesa. ¿Sabemos si nuestro vecino tiene para comer, si puede calentarse en la casa? A eso voy señores”. 

Finalmente presentaron el petitorio en la Municipalidad (ver aparte).

(Fuente Mensajero de la Costa)

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