lunes, 6 de marzo de 2017

Muchas versiones para un mismo hecho

EL SECTARIO DE SEGURIDAD, MATÍAS YEANNES, Y SU DIRECTOR DIEGO SILVA VERGÉS SE CONTRADICEN EN PRESENTAR LOS HECHOS DEL ARRESTO DE MERELLES, EN UN FLAGRANTE ABUSO POLICIAL CON TORTURA DENUNCIADA, PERO SE PONEN DE ACUERDO EN LA APARICIÓN DE UN ARMA DE FUEGO FANTASMA.

En un lado del ring TelpinTV y Silva Vergés, del otro Canal 4 y Yeannes: los funcionarios no resisten el archivo.  

Días pasados el joven Antonio Merelles y su familia se presentaron en el Concejo Deliberante para denunciar ante los ediles el abuso policial que sufriera el joven de nacionalidad paraguaya y padre de tres hijos, cuando fuera detenido por la policía en la puerta de su domicilio momentos antes de comer un asado con su familia. 

El arresto según las declaraciones del joven se produjo el sábado 11 de febrero a las 11 de la noche, en  momentos en que efectivos de la Comisaría Ostende detuvieron el móvil policial en el domicilio de Junin 661 (entre Mons y Lions), los policías hicieron que  Merelles saliera de su casa (que se mensajeaba con su jefe por whats app) con una pregunta falsa y allí lo detuvieron  en presencia de su familia que protestaba por la situación.

Una vez en la comisaría el joven denunció haber sido desnudado delante del personal femenino (como acto de humillación) y golpeado por dos efectivo. Uno de los golpeadores se presentó como el “jefe de calle de la Comisaría” y se lo señaló con el nombre de “Castro”. La golpiza  le dejó a Merrelles lesiones en los dos oídos. El hostigamiento venía con la  pregunta: “dónde está el fierro”. Además de ser golpeado junto a otros detenidos, fueron alojado en un cuarto durante toda la noche esposados, parados y con agua hasta los tobillos, situación que se encuadra en la tortura.   

La denuncia contra Merelles según el expediente fue caratulada como “resistencia a la autoridad”. 

En Pinamar, éste  no es un hecho aislado, en el que policías son denunciados por abuso de autoridad. 

La respuesta del Estado corrió (con versiones diferentes) por un mismo carril: el desvió de los hechos y la dilación hasta que la noticia pase sin pena no gloria. Vieja estrategia. 

Si bien el Intendente interrumpió la reunión de los ediles con Merelles  para solidarizarse,  vía celular y con la presidenta como intermediaria, seguidamente, tanto el secretario de Seguridad, Matías Yeannes, como el director de la repartición, Diego Silva Vergés, no se pusieron de acuerdo con las versiones que darían a la prensa y tergiversaron los hechos demostrando un total desconocimiento que adrede, o no, tienden a desviar los hechos de la violencia institucional hacia la aprehensión de Antonio y su posible implicancia en un hecho delictivo con arma de fuego, sin tomar conocimiento cierto de la causa. Lo que hace suponer que solo se llevaron por los dichos de la policía torpemente. O lo que es peor, hubo acuerdo en una invención que concluye con dos caras de una misma detención por demás dudosa.       

Los funcionarios no resisten el archivo 

Silva Vergés declaro por TelpinTV que "dos policías estaban cumpliendo con una consigna en el marco de un operativo policial, en la calle Mons entre La Plata y Shakespeare, espacio que previamente había sido desalojado". Las calles mencionadas por el funcionario no se cruzan jamás. El director dijo que en esas circunstancias "se identificaron a cuatro jóvenes en moto que  estarían intercambiando plata y otros elementos que no se distinguieron, y luego de apuntar a los policías, los supuestos maleantes se  dieron a la fuga". La historia concluyó con que “a pocas cuadras del lugar (que según el GPS no existe) lo detienen a Merelles con un arma de fuego”. Nunca existió el arma. De hecho ese fue el motivo de los golpes propinado por la policía: “donde está el fierro”

Uno de los familiares, Giancarlos Mediana, declaró que cuando la familia intervino en la detención para preguntar por qué se lo llevaban, los policías amenazaron: “Córranse de acá porque son boleta”. 

Silva Vergés insistió en las declaraciones con “el uso de arma de fuego y el indicio de uso o comercialización de estupefacientes”.

Por su parte, Matias Yeannes fue entrevistado por el periodista del noticiero de Canal 4, a instancias de la presentación en el Concejo, y aseguró que Merelles “fue imputado por resistencia a la autoridad y amenaza calificada por el uso de arma de fuego”. Pero eso es falaz porque la causa de Merelles fue encuadrada solo por “resistencia a la autoridad”, nunca hubo arma de fuego. 

Yeannes apuntó las fechas de la denuncia con errores sustanciales y tendenciosos y dijo que la denuncia de Merelles en la fiscalía fue realizada “el 18 de febrero, tres días después de la detención”. El joven fue llevado de la puerta de su casa el sábado 11 por la noche y lo dejan en libertad en la media noche del 12 de febrero, madrugada del 13, día que no se pudo mover por los golpes. El 14 asiste a la médica para que le revisen los oídos. Y el 15 por la mañana se presentó en la fiscalía. No fue el 18 como declaró el Secretario

En el avance de la entrevista y ante  la pregunta del periodista, Yeannes aseguró que “la persona (por Merelles) estaba armada y que en ese momento (cuando lo detuvieron) se secuestró el arma”. Según la familia, los testigos y el propio arresto nunca sucedió lo que señaló el funcionario

En franca discrepancia con el segundo al mando (Silva Vergés), Yeannes dijo que “la búsqueda policial se inició por un individuo de determinadas características que habría participado de una amenaza a otro vecino (con arma de fuego) en la localidad de Ostende”. Es decir en el escenario presentado por el Secretario, el hecho se dio por un conflicto entre vecinos, en cambio, en el expuesto por  el Director, se materializó por el lado de la “comercialización de estupefacientes”. Pero eso sí, coincidieron  ambos en el uso de arma de fuego que nunca formó parte del expediente, por ahora


    

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