lunes, 17 de agosto de 2015

Más interrogantes que certezas

MARTIN YEZA FUE EL TRIUNFADOR DE LA ELECCIONES  CON 2.541 VOTOS Y JUNTO A VENTOSO Y ÁVILA UBICARON A CAMBIEMOS POR BUENOS AIRES COMO LA FUERZA MÁS VOTADA (39,57%)

A poco más de una semana de los comicios de las PASO 2015 y sin resultados finales el escenario electoral en Pinamar se muestra ciertamente complejo resumido en la  frase “Pueblo chico infierno grande”.

En medio de un temporal de características insólitas  concurrieron a votar más 25.733 pinamarenses que se repartieron en 74 mesas. La página oficial arroja el 86,49% de las mesas escrutadas, es decir que faltan cargar diez mesas para llegar al número final. Esta definición no moverá la aguja a los guarismos de la fuerza política como Cambiemos por Buenos Aires que se consagró ganadora con 5.345 votos (39,57%). El resultado puso a la cabeza al joven locuaz,  Martin Yeza, con 2.541votos (47,54%); segundo al combativo abogado,  Lucas Ventoso, con 1.894 (35,43%) y tercero al siempre conciliador, Frenando Ávila con 910 sufragios (17,03%).

En cambio, el péndulo de las cifras,  sí va hacia uno y otro lado de las fuerzas que conforman la Alianza Frente para la Victoria que logró el segundo puesto al obtener 2.996 votos  (22,18%).  Las cifras se dividen por ahora en  1.521 (50,77%) para la Lista Celeste y Blanca K 2 del actual intendente, Pedro Elizalde, y 1.475 (49,23%) de la Lista Celeste y Blanca K 4 que llevaba al concejal Juan Ocampo, ganador de las elecciones legislativas 2013. En esta interna tan ajustada aún se dirimen los resultados finales.

Tanto Cambiemos como el Frente para la Victoria tienen la responsabilidad de las alianzas. Y en este sentido el mecanismo democrático se pone en juego ya que los votos de “los perdedores” adquieren un valor preponderante porque sin ellos los ganadores de ambas  internas corren el riesgo de perder la tan ansiada  intendencia. Obviamente las alianzas deberán exceder a la interna de cada partido.
Así como la irrupción triunfante de Martín Yeza,  fue la sorpresa de estas internas,  la pérdida de votos del movimiento vecinalista, Propuesta Pinamar (ProPin), no fue menor. La lista liderada por el presidente del Concejo Deliberante de Pinamar, Maximiliano Santini, sacó 1.758 votos (13,02%).

El legendario vecinalismo, Movimiento Unión del Partido de Pinamar (MUPP), de Blas Antonio Altieri repitió la paupérrima elección del 2013, cuando no logró ningún escaño en el Concejo Deliberante, 1.116 votos (8,26%). Frente a este panorama se presenta gran disyuntiva ya que con este resultados corren el riesgo de desaparecer del escenario político. Pero los poco más de mil votos son necesarios para el PRO. No es ningún secreto que entre ambos espacios políticos fluyen globitos amarillos de simpatía. 

El massismo pinamarense (Alianza Unidos por una Nueva Alternativa -UNA) de Edgardo Paso, pasó las PASO con apenas 529 (3,92%). El mandato del actual concejal, que alcanzara su banca de la mano de la radical Mercedes Taurizano con alianza de por medio, vence en diciembre sin posibilidad de reciclarse, en el Concejo por lo menos.  

Al massismo lo sigue Alianza Compromiso Federal  con 456 votos (3,38)
En orden numérica descienden en la tabla los vecinalista: Vientos del Sur-ViSur, 396 (2,93); Acción Pinamarense-AP, 287 (2,12%); y Vecinos en Acción Pinamar-VenAP, 227 (1,68%). Nicolás Alfaya y todo su despliegue económico, Esteban Grassano y Daniel Joffre deberán replantearse el grado de representatividad.

El dúo Gabriel Vidauli y Ricardo Cap que encabezaran la  Alianza Progresista, que a nivel nacional lidera Margarita Sorvizer, alcanzó apenas 205 sufragios (1,52%). Una de las peores elecciones de la historia. Ambos son concejales mandato cumplido.
La interna de la Izquierda se llevó 120 votos (0,89%) y Patria Grande que llevaba a Enrique Giménez, un ex concejal que ingresara al Concejo por una alianza con Roberto Porretti, 74 votos (0,53%).


Los votos afirmativos alcanzaron los 13.507 (89,23%), los  blanco 1.367 (9,03%), los nulos 255 (1,68%) y los recurridos e impugnados 8 (0,06%).

El escenario está planteado, pero no está todo dicho, todavía. Sin embargo los interrogantes superan a las certezas. ¿Conquistará  Yeza los votos radicales que necesita para alcanzar la intendencia? ¿Las fuerzas K, cualquiera sea el vencedor, lograran formar el frente para pelearle al PRO el poder? ¿ProPin recuperará caudal de votos de las elecciones generales de 2013 con 4.785 (30,47)? ¿O el desgate de la labor legislativa lo sentenció? ¿Cuál será la jugada de Altieri? ¿El voto juvenil fue el decisivo? ¿Qué harán los partidos que sacaron menos del 4%? Y por último: ¿Hacia dónde se inclinarán los aproximadamente cien electores que faltaron por mesa?

La fuga de votos de una fuerza a otra en menos de dos años entre elección y elección, y la falta de compromiso ideológico, muestra el carácter volátil de los votos pinamarense y la idiosincrasia de un pueblo que se subyuga con el resurgimiento de actores políticos que se presentan como dioses salvadores. 

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