Paradójicamente la discusión se centró más en las formas que en el hecho en sí. Paradójicamente, porque según las manifestaciones, con sus más y con su menos, todos estaban de acuerdo en la gravedad que implicó el no tratamiento de la “Rendición de Cuenta 2013” y su aprobación de hecho. Sobre todo cuando se trata de un presupuesto muy cuestionado.
Quien llevó la batuta fue el concejal Edgardo Paso que tomó las banderas en su alegato inicial y final. Porque el concejal hizo uso de la palabra, y se quedó con la última, antes que la secretaria diera lectura al punto y al final, inclusive después de la votación, justificando su abstención y poniendo su sello tan particular. Pero en todas sus intervenciones, cuidadosamente, omitió la responsabilidad del DE. Recordemos que Paso, presidente de la Comisión de Presupuesto, y en el periodo en cuestión se tomó más de un mes de vacaciones sin solicitar licencia. Aunque luego de agotar los plazos, tras llamadas telefónicas con Santini, apareció una licencia firmada que le permitió a su suplente asumir la banca. De todas formas para Santini una de la intervención más importante fue la de Paso que en el mismo momento que se agotaban los plazo de entrega de la rendición al Honorable Tribunal de Cuenta (tarde), le comunicó al Presidente la formalidad ante la ausencia de la presentación. Y a partir de allí comenzó la búsqueda. ¡Que la inocencia te valga!
La realidad es que mientras Paso estaba de vacaciones los distintos bloques se cansaron de llamar a los funcionarios del DE solicitando la rendición de cuenta. ¡Que la inocencia te valga nuevamente!
Para los ediles, que no incluyó a Paso y a los de ProPin, el proyecto de decreto tenía y tiene por objeto dejar expresamente asentado las demandas solicitadas por los legisladores para garantizar un debido proceso, aun cuando la presidencia en los últimos días comenzara a desandar el camino con la apertura del expediente y las actiuciones que hasta el miércoles (cierre del orden del día) no había iniciado.
De tal forma, la monopolización de la palabra por parte de Paso y la actitud dartañesca y exagerada, que nadie le había solicitada, desencadenó una situación que desvió de los carriles del debate sano en una paranoia en la que confundió y perjudicó.
El concejal del Frente Renovador les adjudicó a sus pares ejercer politiquería barata y confundió el esclarecimiento del hecho con oportunismo. De esta manera seguía echando leña al fuego y abriendo una brecha innecesaria que desfavorecía a Santini más que ayudarlo. Porque una lectura política, mal que les pese a mucho, es la que lleva a reflexionar que contar con Paso y su trayectoria legislativa, es más pesado que cargar un collar de melones.
Por su parte el Presidente apoyó a Paso y marcó lo que él consideró lo errores del proyecto porque algunas demandas se estaban cumpliendo y expresó la intención de esclarecer la anomalía y dar una respuesta a la comunidad a pesar de que no se haga al Honorable Tribunal de Cuenta como debería haber sido.
La única modificación que sufrió el proyecto fue un error de fechas y el reemplazo de la palabra “ínstese” por “solicitase” en el articulado. Santini se abstuvo, como corresponde, Paso lo acompañó, Rosario Avendaño votó negativo, Viotti no estuvo en la sesión y el resto de los ediles votaron a favor del decreto que les permitió expresarse según lo creían oportuno.
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